XX AÑOS DESPUÉS. Placio, entreguemos la vida como habíamos convenido, porque despierto o dormido, quiero estar cerca de ti... No castigaremos más esta vida limitada que pide a cambio de nada un tratamiento servil. ...Y cuando juntos miremos nuestros cuerpos desahuciados, eternamente trabados en un abrazo sin fin, saborearemos los dos nuestra pasión compartida lo mismo en muerte que en vida, sin distancia que cubrir. Así pues, ven, Placio, ya, cumplamos la ceremonia con gozosa parsimonia; nada nos retiene aquí. CODA. Yo te espero, Placio, sí, en el más allá acordado y el tiempo que pasa en mí ya es tiempo desperdiciado. Venga ya, Placio esperado, ¿te acabas de decidir...?
No hay comentarios:
Publicar un comentario