El principio de toda moral es pensar bien de los demás. Blaise Pascal.
Hablemos claro, el poder y los hombres que lo ejercen sólo tienen un objetivo: nuestro sometimiento, por lo que bondad y honestidad son cualidades que no se pueden permitir, básicamente porque ningún hombre bondadoso u honesto desearía tal objetivo, es decir, la supeditación del resto de los mortales a sus deseos y ambiciones.
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