Para la mayoría de las personas es imposible rechazar los programas de televisión, porque el carácter específico de las señales de televisión y la presentación de los materiales tiene como objetivo primero provocar síntomas psicopatológicos en una persona y luego aliviar dichos síntomas a través de la radiodifusión, asegurando así una dependencia estable (similar a las drogas adiccion).
Todos los que han estado viendo televisión durante mucho tiempo tienen ese tipo de dependencia. Estas personas ya no pueden dejar de ver programas de televisión, ya que, si evitan ver la televisión, comienzan a desarrollarse en ellos condiciones que se asemejan a síntomas neuróticos. El poderoso efecto de las técnicas de manipulación se basa exactamente en provocar síntomas psicopatológicos límite en la psique de la persona. La televisión codifica la psique individual a través de una señal de televisión. Tal codificación se basa en leyes psíquicas, bajo el cual cualquier información pasa primero al subconsciente y desde allí afecta la conciencia. Así, la radiodifusión televisiva permite modelar el comportamiento individual y de masas. SG Kara-Murza afirma que los productos de televisión son "bienes" similares a las drogas espirituales.
Las personas de la sociedad urbana moderna dependen de la televisión, ya que esta les influye de tal manera que las personas pierden su libre albedrío y pasan mucho más tiempo frente a la pantalla de lo que implican sus necesidades reales de información y entretenimiento. Al igual que en el caso de las drogas, una persona que consume un programa de televisión moderno no puede evaluar racionalmente la influencia que ejerce sobre su psique y su comportamiento. Además, dado que la persona se vuelve “adicta” a la televisión, continúa consumiendo sus productos aún siendo consciente de su nefasta influencia .
SA Zelinsky.
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