viernes, 30 de agosto de 2019


OFERTAS.


Antes de recurrir a la medicina, 
ayuna un día.

Plutarco.




¡PONTE ENFERMO!  
NUESTROS INTERESES
 E C  Ó  N O  M I C O S
  DEPENDEN DE ELLO.

   La Industria Médico­Farmaceutica.



jueves, 29 de agosto de 2019


ECOS DE SOCIEDAD.


A nosotros, las gentes de la cultura dominante, de la fraternidad no nos queda ni la sombra. Sin libertad y sin igualdad, la fraternidad se falsifica a sí misma; y tenemos entonces “pseudofraternidades” de Iglesia, de Partido Político, de Vecinos de un piso o de un barrio, de Madres y Padres de niños de la misma escuela, de Equipo de fútbol o de Banda de Rock...

Otra cosa es la amistad, que escapa de la Razón lingüística y de su lógica matemática, y que también está hoy en peligro. Pero resiste, como la última belleza, como el último pétalo de una flor sin nombre y sin jarro donde perecer decorativamente.

Contra la amistad, se han establecido los “contactos”. El “contacto” procede de una simulación del afecto con fines estratégicos, de tener o de poder, económicos o políticos; instrumentaliza un simulacro de amistad para la obtención de réditos particulares, individuales o corporativos; e instituye a veces pérfidas esferas de pseudo-fraternidad.

Reparo ahora en que mis mis mejores amigos, mis amigos verdaderos, son personas huérfanas de “contactos”.

Pedro García Olivo.



miércoles, 28 de agosto de 2019


TRÍPODE.


Algunos son más conscientes que otros de la realidad evidente de que los poderosos conspiran todo el tiempo, y es sólo una cuestión de cómo y con quién y hasta qué punto.

Caitlin Johnson.



Hoy la verdadera ciencia –neutral y ajustada a la observación y experimentación– está en franca retirada, y lo que se hace pasar por ciencia es una práctica mafiosa que sirve al poder para implementar sus fines sociales, políticos y económicos. 

La “verdad” se impone desde el principio de forma dogmática y luego se buscan los argumentos –manipulados o falseados– para convencer al público.

Xavier Bartlett.



Lo he repetido hasta la saciedad. Las ONG son un frente invasivo de los intereses imperiales en países devastados militarmente por Washington. En primer lugar, las élites utilizan a los medios de comunicación para ir preparando el terreno con la fabricación de noticias falsas (incubadora de Irak, atentado en el mercado de Sarajevo, Yugoslavia, bombardeos falsos de Gadafi sobre su población, ataques de Assad sobre su población…), a continuación llegan las intervenciones militares de la OTAN (muchas veces incluso solicitadas por las propias ONG, como en Libia) y finalmente las ONG se encargan de lavar la cara a Occidente atendiendo a refugiados o desplazados, blindando “humanitariamente” esos países para que estén al servicio del capitalismo agresor.

Berlín Confidencial. Blog.




Anexo.- El propósito de los medios masivos … no es tanto informar y reportar lo que sucede, sino más bien dar forma a la opinión pública de acuerdo a las agendas del poder corporativo dominante.

Noam Chomsky.




domingo, 25 de agosto de 2019


USOS Y COSTUMBRES.


Uno de los fenómenos más llamativos y sorprendentes del mundo actual es la extraordinaria sensibilidad que muestran muchas personas para ofenderse por auténticas nimiedades. Por palabras, expresiones y actitudes que carecen, incluso, de intención denigratoria. 

Son las famosas microagresiones que, además de su extremada sutileza, tienen otro denominador común: el receptor se siente ultrajado no como individuo aislado, sino en calidad de miembro de un grupo supuestamente oprimido y discriminado. Así, se habla de micromachismos o microrracismos, en función de que la supuesta ofensa recaiga en el colectivo femenino, en algún grupo étnico etc. Eso sí, dado que forman parte del conglomerado de la Corrección Política, el trato es desigual: hay grupos que son susceptibles de ser ser microagredidos … pero otros no.

Todos estos fenómenos surgen en las universidades de los Estados Unidos, originalmente relacionados con la raza o la nacionalidad. Decir a un extranjero que hablaba bien inglés o preguntarle de donde era comenzaron a considerarse actitudes ofensivas. Hay anécdotas como el profesor que fue censurado por señalar a sus estudiantes que la palabra “indígena” se escribe con minúscula (grave menosprecio a los indígenas) u otro que fue recriminado por recomendar una exposición de arte samurái japonés (grave afrenta a los alumnos chinos).

El invento de las microagresiones aportó un nuevo instrumento a la ideología de la Corrección Política, permitiendo a ciertos colectivos adoptar el papel de oprimidos… aunque nadie fuera capaz de percibir tal opresión. Ahora ya no era necesario que una expresión tuviera intención vejatoria porque, en realidad, el que la profería no ofendería como persona aislada sino como representante de un “grupo malo“, aun de manera inconsciente, como teledirigido por una mano malvada.


Pero puede que las consecuencias de las microagresiones sean más profundas que una simple rabieta. En Microaggression and Moral Cultures, Bradley Campbell y Jason Manning sostienen que este fenómeno implica una importante transición en la cultura de Occidente. Mientras que la antigua cultura del honor se había transformado durante el siglo XIX en una cultura de la dignidad, las aceptación de las microagresiones conduciría a una tercera etapa: a la cultura del victimismo. 
Cada una de estas culturas se diferencia por las vías que utilizan los sujetos para resolver los conflictos interpersonales: si resuelven por ellos mismos o apelan a una tercera parte y, sobre todo, cual es su actitud ante los conflictos menores.

Hasta la primera parte del siglo XIX prevaleció en el mundo occidental la cultura del honor, caracterizada por la exaltación de la valentía y el rechazo a ser dominado o humillado por otros. Dado que el honor era una cualidad que dependía de la percepción de los demás, los sujetos no aceptaban la más mínima afrenta pública que pudiera mancillarlo. Pero, una vez en peligro su honor, los individuos lo rescataban mediante su propia acción, sin buscar mediación ni amparo en terceros.

La costumbre en la cultura de la dignidad es resolver los problemas interpersonales leves pacíficamente, dialogando, negociando. Y ser respetuoso con los demás, no tomando demasiado en cuenta las expresiones poco educadas (“a palabras necias … oídos sordos”). Al contrario que en la cultura del honor, aquí el que insulta es quien ve menoscabada su imagen a los ojos de los demás. Y, para conflictos graves, como el robo o el incumplimiento de importantes contratos, la gente apela a las autoridades legales. Pero se considera una frivolidad llevar ante los tribunales asuntos tan irrisorios que uno puede resolver por sí mismo, como un insulto o similares.

Con la cultura de la dignidad la autoridad obtiene la capacidad para mediar y decidir sobre los conflictos interpersonales graves; pero la cultura del victimismo otorga al poder político la potestad de inmiscuirse en los asuntos menores de la vida de los ciudadanos, de dictaminar sobre su lenguaje, su comportamiento íntimo, sus sentimientos. 
No puede sorprender que las microagresiones, la corrrección política y la cultura del victimismo gocen de tanta simpatía y sean tan promovidas, financiadas e impulsadas desde los círculos del Poder.

J. M. Blanco. Disidentia.


viernes, 23 de agosto de 2019

TIEMPOS MODERNOS.


Libertad frente a desarraigo. La humanidad del fin de los tiempos.

Hemos dicho que esta civilización carece de dimensión vertical y que por ello su acción es siempre horizontal, pues bien, debe reconocerse que tanto el cosmopolitismo como el turismo expresan esta tendencia horizontal -expansiva y rajásica- de la civilización moderna y que marca sobremanera el carácter impulsivo y dinámico del individuo actual, que hace gala de un psiquismo especialmente centrífugo.
Además de lo anterior el ansia viajera es una muestra más de cómo la cantidad -la fiebre por acumular experiencias- se impone sobre cualquier criterio de calidad.

Una vez más para entender plenamente el comportamiento y el psiquismo del hombre actual tenemos que referirnos al hombre primordial. Ello se debe a que dentro del ciclo cósmico de la humanidad el ser humano del fin de los tiempos no puede ser otra cosa que el reflejo especular de lo que era el ser humano en los orígenes del ciclo. 

Encontramos un ejemplo análogo a otros ya comentados cuando analizamos el valor simbólico del viaje. El hombre primordial, al comienzo del ciclo, era de forma natural nómada, lo que significa que en todas partes hallaba su hogar. Frente a esto, el hombre del fin de los tiempos parece una suerte de reflejo invertido o de imitación burlesca de aquel prototipo del nómada: viaja a los parajes más lejanos y se mueve sin parar, a menudo compulsivamente, pero en ningún lugar encuentra su hogar, pues ha perdido su lugar en el mundo, lo que simbólicamente viene representado por el Centro.

Si el movimiento del nómada primigenio era un movimiento rítmico y ordenado -según el ciclo solar y los ciclos naturales-, que partía siempre de un Centro y siempre volvía periódicamente -cíclicamente- a él, a semejanza del movimiento de los cuerpos celestes [1]. el movimiento del hombre del fin de los tiempos es caótico, desordenado, arrítmico, pues no es más que la expresión manifiesta de su carencia de Centro, Principios y referencias.

La conclusión es que el turismo es una marca indiscutible del Reino de la Cantidad y un signo de la decadencia de los últimos tiempos del ciclo humano. En el fondo es el desequilibrio permanente en que vive el sujeto moderno, producido por la carencia de un Centro espiritual ordenador de la existencia lo que ocasiona esta necesidad de dispersión y fuga así como el ansia de experiencias.

Agnosis. Blog.



miércoles, 21 de agosto de 2019


RECORDATORIO.


El propósito de los medios masivos … no es tanto informar y reportar lo que sucede, sino más bien dar forma a la opinión pública de acuerdo a las agendas del poder corporativo dominante.

Noam Chomsky 

sábado, 17 de agosto de 2019


GANADERÍA DE SIEMPRE.


El sacrificio de la humanidad (profana) se consigue mediante el sacrificio de la maternidad. Seguramente esto es lo más importante que está sucediendo hoy, la clave para comprender nuestro tiempo. Por eso se habla tan poco de ello. Así de desorientada y aborregada está hoy la sociedad. Sobre todo los sectores intelectuales, cultos, académicos, etc., dominantes. La mayoría, en el decadente occidente ha perdido la capacidad y la lucidez para observar y para comprender que lo que estamos celebrando y padeciendo hoy es un enorme ritual sacrificial de la maternidad humana.

…Toda la llamada “liberación” de la mujer que padecemos desde hace décadas, y en general la “liberación” de las costumbres, de las tradiciones, de las morales, enmascaran, en realidad, una mayor esclavización de la humanidad. Que es, de hecho, su sacrificio…

…También la llamada “violencia de género” es solo una tapadera de este inmenso sacrificio. Afirmar que se pretende proteger a la mujer es la excusa perfecta para hacer lo contrario, o de manera más concreta, para sacrificar a la madre. La “violencia de género” -la entrecomillamos porque, en rigor, esta violencia no existe, es una pura escenificación, consiste en pequeños rituales que conforman el gran ritual de la maternidad. La “violencia de género” es solo parte del fenómeno más integral que es el sacrificio de la maternidad y de la humanidad profana. …

…Toda esta supuesta “libertad” y “liberación” que nos vende es, en realidad, un odio visceral, rabioso, histérico, a la vida y a todo lo que encarna esta vida. Todo esto es parte de este gran sacrificio de la maternidad y de la humanidad que hoy celebramos y padecemos.

Pedro Bustamante.


miércoles, 14 de agosto de 2019


GANADERÍA.


El mundo es una farsa manipulada por un pequeño grupo de psicópatas especializados en dividir y crear conflictos para que los seres humanos se maltraten entre sí. 
Esto sucede desde hace miles de años. O más.

lunes, 12 de agosto de 2019


El caos no es el mayor enemigo de las clases dominantes. El caos se ha convertido en la estrategia privilegiada por el sistema. 
Esta es la tesis desarrollada por Lucien Cerise, ensayista proveniente de la extrema izquierda y autor señalado de un ensayo, Gouverner par le chaos [Gobernar por el caos], que describe la orquestación racional y metódica de esta guerra de todos contra todos.

 Alain de Benoist.

viernes, 9 de agosto de 2019


AXIOMA FÉRRICO.


Siendo la prevalencia de la cantidad una de las señales característica del kaliyuga, cualquier expresión multitudinaria que se realice durante esta era no puede ser sino parte inseparable de la misma, sin importar ni las intenciones ni los resultados.

jueves, 8 de agosto de 2019

INFORMATIVOS.


La palabra ciudadanía, ciudadano, posee connotaciones bastante oscuras. Etimológicamente se refiere indudablemente al habitante de la ciudad, lo cual es ya de por sí una declaración de intenciones, pues es éste el que tiene 'derechos' y el que es tomado como referencia para toda la sociedad; él es el sujeto a tener en cuenta, el civilizado. Los otros -los no-habitantes de la ciudad- son entonces los bárbaros, y pasan a ser miembros de segunda de su sociedad, no son ellos los que han de tomar las decisiones.

En el fondo, y aunque sea de forma implícita, el uso de esta palabra nos indica que es el habitante de la ciudad -y no ningún otro- quien es considerado normal y central en esta sociedad, siendo los demás casos más o menos anormales, o excepcionales, periféricos y exóticos, causa por la que deben ser re-convertidos en ciudadanos. Por su propio bien, habría que decir.

La modernidad desde su mismo origen ha provocado y alimentado el conflicto entre campo y ciudad, conflicto que en algunos momentos ha tomado dimensiones verdaderamente dramáticas, como el que condujo al primer genocidio moderno en los años que siguieron a la revolución francesa y que recayó sobre los contra-revolucionarios, aunque desgraciadamente se podrían citar muchos más casos. No es exagerado decir que la modernidad fue una corriente que nació y se desarrollo en las grandes urbes, que fueron sus focos de propagación, propagación que el campo, es decir el mundo rural, siempre vio -hasta fechas muy recientes- con desconfianza.

Por lo tanto nos encontramos ante un caso evidente de uso colonial del lenguaje, estamos frente a un término empleado para excluir una parte de la sociedad de la normalidad/centralidad de la misma a fin de imponerse sobre ella por el método de menospreciarla.
Advertimos entonces que se trata de una palabra profundamente contaminada por una ideología socio-política muy determinada -la modernista y capitalista, de carácter marcademente urbanita y colonialista- y en absoluto neutra. Esto nos debe hacer desconfiar ante el uso generalizado que está tomando este término y nos debe hacer pensar si no es más bien una campaña -otra más- de propaganda.

Esaúl R. Alvarez.