jueves, 25 de noviembre de 2021

GANADERÍA PANÓPTICA.


Las personas que viajen al extranjero en el futuro necesitan saber qué es lo que se hace con los datos personales que se encuentran en el certificado Covid-19.  Todos estos datos serán captados, almacenados y vinculados entre ellos en el marco de una identidad digital global.

En cuanto presenten su certificado digital en la frontera o el aeropuerto, los viajeros entrarán en el mundo de los recolectores de datos. Desde 2020, una alianza que opera a nivel mundial bajo el nombre de ID 2020 pretende dar a cada persona que viva en este planeta una identidad digital transnacional única e infalsificable. Registrando los datos biométricos y utilizando la tecnología blockchain, todos los datos de los viajeros deberían quedar registrados.

Proveedores de datos voluntarios.

Los primeros ensayos comenzaron el año pasado. El nombre del proyecto: Identidad Digital del Viajero Conocido (KTDI, por sus siglas en inglés).

El viaje global sin papeles se inició el año pasado entre los Países Bajos y Canadá. Es sencillo, pero ahorra un tiempo valioso. En el aeropuerto, los viajeros de KTDI pasan por el control de aduanas a través de una fila de espera segregada: se comprueba el rostro, se abre la barrera y el viajero entrega todos los datos almacenados, el historial de viaje, el estado de vacunación y mucho más.

Un proceso que continúa entonces sin mayores tropiezos, tanto si se alquila un coche como si se toma una habitación en una cadena hotelera internacional. La identidad digital, el historial crediticio, la solvencia: todo se vuelve transparente. Y, el toque final, todo se hace sin coacción y gratuitamente para los tiburones digitales, que fusionan los datos recién recogidos con otras informaciones variadas. Porque con el KTDI, viajar se convierte en algo maravillosamente sencillo.

Los campos de refugiados como laboratorios.

Al igual que la Alianza para las Vacunas de Gavi, la KTDI nació en el FEM de Davos. Pero no es el primer proyecto de ID2020, que tiene su sede en Nueva York. La empresa realizó sus primeras pruebas piloto con los más débiles entre los débiles: los refugiados de Bangladesh. 
Para una campaña gubernamental de vacunación en cooperación con Gavi, se registró digitalmente a millones de personas antes de que pudieran participar en los programas gubernamentales de vacunación. No es de extrañar que, como resumió en una entrevista Susan Dakota, directora ejecutiva del consorcio ID2020, la actual vacuna contra el coronavirus abre "una oportunidad única" de acceder a la identificación digital para miles de millones de personas.

Financiadores y aprovechados.

ID2020 está financiada por algunos de los principales actores del mundo: empresas de alta tecnología como Microsoft y la empresa global de consultoría y tecnología Accenture, la Fundación Rockefeller, importantes organizaciones de ayuda como Care y la Alianza para las Vacunas Gavi, financiada por la Fundación Gates.
Hace tiempo que la mayoría de las personas se han acostumbrado a compartir sus datos de forma cotidiana a través de las redes sociales, las compras en línea, los rastreadores de fitness o los teléfonos inteligentes, lo que permite a las empresas mundiales crear nuestros perfiles de comprador mediante algoritmos. Pero las grandes empresas tecnológicas han introducido ahora una nueva  dimensión en la vigilancia digital. Las empresas privadas controlan un sistema global de identificación digital y almacenan nuestros datos más íntimos en sus servidores dispersos por todo el mundo, lejos del control gubernamental. 
El registro del estado de las vacunas y otros datos sanitarios parece ser sólo el preludio de un amplio almacenamiento de datos personales de un ser humano que va camino de hacerse totalmente transparente.

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