-No os lo váis a creer. Esta mañana hice una apuesta con Satanasio.
-Siempre serás el mismo, Jehovasio, no puedes pasar una semana sin apostar.
-Veréis: me he apostado treinta mil millones de ánimas a que soy capaz de hacer un mundo en siete días.
-¿Siete días...? Cada vez estás peor, Jehovasio, ¡siete días!. ¿Y qué ha dicho Sat?
-Que acepta. Empezaré hoy mismo. Y os diré más: lo haré en seis días. Seis.
-Así te quedará. Siempre fuiste un chapucero.
-Pero soy rápido. El séptimo lo celebraré. Estáis invitados.
-Será divertido. Veremos lo que te sale.
-Me da igual. Pienso dejárselo a Sat cuando lo termine. Tendrá todas las ánimas que quiera, y más.
-Jehovasio, eres un exagerado. Así nunca llegarás a Ordenador Supremo.
-Y qué si ni llego. Me lo paso bien. Bueno, dejadme solo que empiezo... !Ya!
-Ahí te quedas, hacendioso.
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