jueves, 17 de marzo de 2016

AL FIN.


Los científicos trabajan para espiar directamente los pensamientos.



Si espiar el cerebro ya resulta inquietante, las aplicaciones de lo que se conoce como “aprendizaje implícito” son si cabe más perturbadoras. Algunos investigadores ya están buscando la manera de hacer que memorices una información (una clave, por ejemplo) sin darte cuenta.




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