lunes, 28 de mayo de 2018

miércoles, 23 de mayo de 2018

INFORMATIVOS


Cuando vemos que todos los esfuerzos espirituales vienen del ego, entendemos por qué algunos maestros se atreven a confirmar la falta de sentido de las técnicas espirituales… queda clara la inutilidad de cualquier camino espiritual.
Ahora vemos que todas esas sagradas escrituras, todas las reglas religiosas solo tienen valor para satisfacer las ambiciones espirituales del ego.

Si estás buscando la llave para la liberación
te tengo una noticia mala y una buena.
La mala es que no existe llave alguna para la liberación.
La buena es que han dejado la puerta abierta.

Jan Kersschot.

lunes, 21 de mayo de 2018

RECONSIDERANDO.


Confundir deseos con realidades hace que caigamos en todas las trampas que suenan bien y nos convirtamos en la famosa “disidencia controlada”. 
Yo tropiezo una y otra vez en la misma piedra por esa misma razón y supongo que no he sido la única. Pienso que el 15-m fue en gran parte planeado y en una pequeña parte espontáneo, caótico y azaroso. Yo sí pensé que, a pesar del carácter socialdemócrata, reformista y prosistémico de muchas de las propuestas que se podían escuchar en las asambleas de Sol y cercanías, el mero hecho de sentarnos a hablar y debatir por las plazas ya era positivo en sí mismo. Lo que no veía es que, en gran medida, estábamos formando parte de un gran experimento de ingeniería social en el que las redes sociales y las nuevas tecnologías, los nodos y la cibernética, iban a tener un papel fundamental. 
Y sí, me vuelvo a caer del guindo: he sido parte de la disidencia controlada, una tonta útil más. Y, lo que es peor aún… Si lo he sido en el pasado, ¿en qué más cosas me estaré equivocando en el presente?.

Tania Gálvez. Las interferencias.


sábado, 19 de mayo de 2018

REPASO.


Desde la antigüedad la sociedad civilizada fue violentamente dividida en dos grandes clases: una mayoría condenada de por vida al trabajo duro, que no solamente trabajaban para sobrevivir, sino también para producir un excedente respecto a las inmediatas necesidades familiares o de la comunidad, y una “minoría noble” que rechazaba el trabajo manual de cualquier tipo y cuya vida estaba consagrada a su elaborada “realización del tiempo de ocio”, usando las sarcásticas palabras de Thorstein Veblen. Una mínima parte del excedente iba para
la financiación de obras públicas que beneficiaban a la comunidad, pero la gran mayoría del excedente iba para el disfrute privado, bienes y materiales de lujo, y al ostentoso mando sobre un gran ejército de siervos y criados, concubinas y amantes. Pero en la mayoría de sociedades, probablemente, la mayor parte del excedente era invertido en la alimentación, el armamento y las operaciones generales de la
megamáquina militar.


Lewis Mumford. El mito de la máquina.


viernes, 18 de mayo de 2018


SERMONCILLO.


Es evidente –y cantidad de gente desde hace por lo menos un siglo o siglo y medio lo está diciendo– que desde que se inventaron las máquinas no hace falta trabajar. 
No hay ninguna necesidad verdadera de trabajar; pero con el progreso, con su decantado progreso, ¿ha disminuido, en algo, en los países más desarrollados, en las capas más altas y privilegiadas, ha disminuido la sumisión al Trabajo? Al contrario, ha aumentado. Ha aumentado en las capas más bajas, porque cualquier trabajador u oficinista normal, que vive en un suburbio de Barcelona o de Madrid, además de tener que trabajar las siete u ocho horas que trabajaban sus antepasados, tiene que trabajar otras cinco o seis horas conduciendo un chisme o sometiéndose a medios de comunicación imposibles. De forma que su jornada se convierte en una jornada de doce o quince horas. 
Ni en las capas más privilegiadas ha disminuido la sumisión al Trabajo, porque el señorito, el hijo del burgués de hace cien años, por lo menos se suponía que no daba golpe y que disfrutaba de la vida, pero ¿quién coños va a pensar eso hoy de cualquier hijo de ejecutivo ni ejecutivo, si todos están condenados, más o menos, a la misma especie de mierda? Si tienen que estar dedicados a comprar, lo mismo que todos, y si les corresponde comprar un yate, pues a comprar un yate, y como lo ha comprado, a tener que usarlo. Y si les toca comprarse siete autos para la familia, pues a comprarse siete autos y después, como los han comprado, a tener que usarlos. Es decir, igual que el último de la cola, más o menos, en sustancia: igual que el último de la cola. Ni Dios disfruta de la vida. Ni en lo más alto, ni aun yendo por el camino del Estado.

Porque vamos, ya me diréis cual es la vida de un político, de esos políticos que hacen la política que aquí no hacemos (porque aquí estamos justamente haciendo la política que no hacen los políticos que hacen la política esa). Imaginaros cuál es la vida de uno de esos políticos: tan esclava como la del trabajador del suburbio madrileño que tiene que emplear cinco horas de trasporte. No es casi nada; es la esclavitud, la de la burocracia, en todos sus niveles, en una demotecnocracia avanzada. Trabajan mucho más que sus abuelos, por supuesto. Sus abuelos, aquéllos a los que se llamaba burgueses y que, efectivamente, tenían también sus ocupaciones, pero que por lo menos a la gente del pueblo le parecía, mirando para arriba, que eran unos verdaderos privilegiados, que por lo menos ellos disfrutaban de la vida.

Reducción, por tanto, de una mitad de la vida a un tiempo de trabajo para nada, un tiempo de trabajo que efectivamente está creando sus propias necesidades de trabajar, completamente en el vacío, ya desde hace mucho tiempo. Ninguno de vosotros ignoráis –y a lo mejor muchos de vosotros estáis empleados en ello más o menos– que una de las industrias esenciales de la de– motecnocracia es la de la creación de necesidades, la de la creación de nuevas necesidades. No tengo que enumeraros las diferentes oficinas en las que esto se produce, esa producción de necesidades. Sin ella, sin esa oficina, sin la oficina creadora de nuevas necesidades, de renovación de necesidades, no habría demotecnocracia.


Agustín García Calvo.


jueves, 17 de mayo de 2018


DISCURSILLO.


Fijaos bien que la Mayoría en votaciones o en lo que sea, o en la compra de los grandes almacenes o en lo que sea, la Mayoría es siempre una mayoría de Individuos Personales, contados, señores y señoras con su nombre propio cada uno. 
Los otros, los que quedan fuera de la Mayoría porque no votan o porque votan mal o porque incluso no saben manejar la papeleta de los votos, hacen borrones o cosas así, ésos no están seguros de que sean personas. Los que es seguro que son personas y contables son los de las mayorías. 

A la Mayoría se le hace bonitamente representante de la totalidad, y todos nos quedamos tan frescos. Ésta es, ésta es la especie de argucia que maneja cada día entre nosotros el Capital y el Estado y a la que obedecemos con harta sumisión. La Mayoría
representa la totalidad. 

¡Pues no! ¡Desde aquí abajo decimos “no, no es verdad, la Mayoría no representa la totalidad”! 
La Mayoría son Individuos Personales y, por tanto,
reaccionarios. Lo sabemos, lo advertimos: no ha habido jamás una votación democrática, cuyo resultado no haya sido reaccionario; no ha habido ni volición ni referéndum de la cual podamos decir que el resultado haya sido otro que el que se podía esperar de la reacción, y de la fidelidad y de la sumisión más creyente. 

En efecto, la Mayoría está compuesta de Individuos; cada Individuo es reaccionario; la Mayoría es reaccionaria. Y en esto confía ciegamente la Democracia. Ninguna votación le va a dar jamás ninguna sorpresa. Lo más que puede hacer es ayudarle a ese truco del cambio para seguir igual; eso de cambiar, a lo mejor, hasta de liberales a socialistas, o de socialistas a liberales, o cualquier otra tontería por el estilo; o de Demócratas a Republicanos y de Republicanos a Demócratas en EEUU. 
Hay gente que se sigue entreteniendo en creer en
estas diferencias, en no reconocer la mera tontería que es ese truco de cambiar para seguir igual.

Por tanto, Capital y Estado hacen perfectamente bien en confiar en ese Individuo, porque saben bien en quién confían. Naturalmente, no se limitan a confiar en él: lo fabrican. Porque ahí está el secreto: no es sólo que Estado y Capital se hayan encontrado, desde el comienzo de la Historia, bastante bien hecho a este sujeto esencialmente reaccionario, sino que, como había peligro de que no todos fueran así o no fueran tan así cada uno de todos, y por tanto el aparato fallara, se han apresurado y en el máximo progreso se apresuran, sobre todo, a fabricarlos así: perfectos súbditos del Estado, perfectos clientes del Capital. Gente cuya vida no es otra cosa, íntegramente, que trabajo inútil, diversión complementaria y compraventa de los chismes inútiles consiguientes. 


Agustín García Calvo.

miércoles, 16 de mayo de 2018

GANADERÍA.


El viejisimo truco: 
Romper las relaciones naturales entre iguales para sustituirlas tramposamente por otras que sean institucionales, de dominación y control.


MANIOBRAS.


El feminismo teledirigido hará de los hombres sospechosos de terrorismo y a las mujeres víctimas profesionales, lo quieran o no. 
Control social a la vista de todos. Y todas?

martes, 15 de mayo de 2018


PAREJAS DE HECHOS.


Para un político, el dinero es un arma para el ejercicio de poder. Para el empresario, el poder es una arma para hacer más dinero. 
La ilusión de que el dinero significa algo, combinado con este homicida y suicida deseo de poder, está
estrangulando la vida de este planeta. Pocos son los científicos, políticos o empresarios (o ciudadanos o consumidores, para el caso) que pueden mantener su perspectiva lógica o ética una vez que el dinero y el poder empiezan a fluir hacia ellos. 


Es importante anotar que aquellos que viven en comunidades sanas (y no es que muchos de nosotros, en este punto, pudiéramos reconocer la salud de una comunidad), parecen no tener problema para mantener tales perspectivas éticas o lógicas cuando se enfrentan al dinero o al poder.

Es esa una razón por la que los poderosos deben destruir siempre las “sanas” comunidades.

Bienvenidos a la máquina.
Derrick Jensen y George Draffan.


miércoles, 9 de mayo de 2018

GANADERÍA.


La funcionalidad del fútbol y de los demás deportes profesionales para la élite globalista es clarísima.
Con los deportes, cuanto más masivos sean, más se logra un cuádruple objetivo: 

Por un lado lavar una buena cantidad de fondos provenientes de actividades ilegales que resultan del narcotráfico, la venta de armas, y otros negocios. 
Por otro, desviar cualquier atisbo de nacionalismo, regionalismo o localismo que las masas y las clases medias pueden llegar a albergar íntimamente, hacia una infantil pasión por algo que sólo es una vistosa camiseta colorida. 
El tercer objetivo es llenar espacio en medios de comunicación, lo que ayuda a que los mismos desinformen y deformen la importancia relativa de los diferentes aspectos de la realidad, importante objetivo de la élite globalista. 
El cuarto, y novedoso beneficio es que mediante la actividad deportiva se puede influir para que la gente vote en las elecciones por candidatos que de otra manera nunca podrían llegar al poder. 
No sólo Silvio Berlusconi lo logró con el fútbol, también George W. Bush necesitó estar a la cabeza empresarial del popular equipo de baseball Texas Rangers para facilitar su elección a gobernador del estado de Texas.

Walter Graziano. Nadie vio Matrix
.

sábado, 5 de mayo de 2018

YOECES.


¿Qué piensa usted, por ejemplo, del Yo? Yo soy Yo, éste es un enunciado básico de nuestra vida. 
Mi afirmación de que este enunciado, que da expresión a la conciencia del yo en el hombre, es un error, no va a conmover al mundo como lo conmovería si se le prestase fe. Nadie se lo va a creer, nadie se lo puede creer, ni yo mismo lo creo, y, sin embargo, así es. 
Yo no soy en absoluto Yo, sino una forma continuamente cambiante en que se manifiesta el Ello, y la conciencia del Yo es una treta del Ello para inducir a error al hombre en su propio conocimiento, para facilitarle el autoengaño, para hacerlo un instrumento más dócil de la vida.

Yo. Con el progresivo atontamiento a que conduce la vejez nos acostumbramos tanto a esta idea de grandeza imbuida por el Ello, que olvidamos totalmente la edad en que estábamos frente a esta idea sin
comprenderla, en que hablábamos de nosotros en tercera persona. “Emmy mala, azotes”. “Patrik bueno, chocolate”. ¿Qué persona mayor puede gloriarse de poseer tamaña objetividad? 
No quiero afirmar que el concepto del Yo, la idea de la propia personalidad, se origina justo en el momento en que el niño aprende a decir esta particular expresion del espiritual empobrecimiento. Pero sí se puede afirmar muy bien que la conciencia del Yo, el arte y manera como nosotros los mayores usamos este concepto, no nace con el hombre, sino que se desarrolla poco a poco, se aprende. 

Usted tiene que permitirme que hable un poco por encima de las cosas. Nadie se las arregla en el fárrago del Yo, y nadie conseguirá arreglárselas por mucho tiempo que pase.
Hablo con toda intención de la conciencia del Yo tal como nosotros, las personas mayores, la sentimos.
Pues no es en absoluto seguro que el niño recién nacido carezca de la conciencia de ser un individuo, es más, yo estoy inclinado a creer que él también posee una tal conciencia, lo que pasa es que no puede expresarla por medio del lenguaje. Creo incluso que hasta el embrión posee una tal conciencia de su individualidad, y también el óvulo fecundado, el no fecundado y el espermatozoide. Y de aquí se deduce que para mí cada célula tiene conciencia de su propia individualidad, que cada tejido la tiene, e igualmente cada órgano y cada sistema. 

Con otras palabras: cada unidad de Ello puede meterse en la cabeza, si le place, que es una individualidad, una persona, un Yo.

George Groddeck. El libro del Ello.


viernes, 4 de mayo de 2018


RESPONSO.


Nadie muere como no sea en apariencia, de la misma manera que nadie nace como no sea también aparentemente. 
El paso de la esencia a la substancia, eso es el nacimiento, así como la muerte es el de la substancia a la esencia. En realidad, nadie nace ni nadie muere. ¿Cómo un error tan grosero ha podido subsistir tanto tiempo?... No son los individuos visibles los que se 
modifican; es la substancia primordial la que se modifica en cada uno de ellos. Ella es la que es, y hace ser infinitas sus modificaciones; es la eterna deidad despojada de su nombre y figura para no tener más que los nombres y formas de cada individuo. 

Si consideramos la verdad, no hay que deplorar la muerte, sino honrarla... ¿Y cuál puede ser
la manifestación más honrosa, conveniente y digna? Pues dejar a la divinidad a los que han entrado en su seno, y gobernar a los hombres que os han sido confiados como lo haréis en adelante. 

Si existe un orden en el universo —y es seguro que lo hay—, ese orden está regulado por la divinidad, El justo, pues, no deseará las dichas que no tiene, porque ese deseo procede de una preocupación egoísta y contraria al orden. Por ello, estimará como
una dicha todo cuanto acaezca. 

Avanzad en la sabiduría y procurad curar vuestra alma. No penséis en vosotros antes que en los demás, sino todo lo contrario. ¡Cuántos motivos de consolación tenéis a vuestro alrededor! Y el hijo que habéis perdido, ¿no os queda por ventura? Os queda, dirá todo hombre sensato. En efecto; lo que es, no puede perecer; lo que es, siempre perdura y a vuestro lado palpita.

Apolonio de Tiana.


jueves, 3 de mayo de 2018


INFORMATIVOS.


Es importante que nunca nos creamos que las tecnologías son neutrales. Están controladas por los que están en el poder, lo que significa que ellos tienen la posibilidad de tener acceso a información acerca sus subordinados, sin importar que los vigilados lo sepan o no. Esa información se usará para beneficiar o perjudicar a quien el poder decida. Además, los de abajo no tendrán el mismo tipo de información de quien está arriba. 
En este contexto, la información, como el poder, es una calle de sentido único, y además sin salida.


El sistema no podría perpetuarse a sí mismo si fuéramos capaces de verlo claro, o quizá simplemente si nos permitiéramos a nosotros mismos pensar acerca de ello claramente. 
Si lo hiciéramos, no lo perpetuaríamos. No podríamos. 
Pero en vez de eso nuestra atención debe ser continuamente desviada de los problemas reales y enfocada a aquellos que parasitan, trivializan y hacen difusa la rabia que de la otra manera sentiríamos. 
Si estos problemas parasitarios se hacen pasar por parecidos a los reales se evita que la gente cuestione el sistema en sí mismo. 
Todo esto es cierto tanto si hablamos de familias disfuncionales como si lo hacemos acerca de culturas disfuncionales.

 Bienvenidos a la maquina
Derrick Jensen y George Draffan.

SOBRE LA MODERNIDAD.


No es el número de víctimas o el grado de crueldad lo que es distintivo; es el hecho de que los actos cometidos y los actos sobre los que nadie protesta son separados de la conciencia de las personas de manera misteriosa, incluso esquizofrénica. 

Las atrocidades de nuestro tiempo se realizan como “funciones” de la maquinaria social: hombres poseídos por un punto de vista abstracto que les separa de los seres humanos (y no-humanos) que son sus víctimas, y también de su propia humanidad. Son actos inhumanos porque son impersonales. No son actos sádicos, simplemente son cosas del negocio. No son agresivos, simplemente efectivos. No son para nada emocionales, sólo técnicamente impecables.

C. Wright Mills.