jueves, 3 de mayo de 2018

SOBRE LA MODERNIDAD.


No es el número de víctimas o el grado de crueldad lo que es distintivo; es el hecho de que los actos cometidos y los actos sobre los que nadie protesta son separados de la conciencia de las personas de manera misteriosa, incluso esquizofrénica. 

Las atrocidades de nuestro tiempo se realizan como “funciones” de la maquinaria social: hombres poseídos por un punto de vista abstracto que les separa de los seres humanos (y no-humanos) que son sus víctimas, y también de su propia humanidad. Son actos inhumanos porque son impersonales. No son actos sádicos, simplemente son cosas del negocio. No son agresivos, simplemente efectivos. No son para nada emocionales, sólo técnicamente impecables.

C. Wright Mills.

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