lunes, 21 de mayo de 2018
RECONSIDERANDO.
Confundir deseos con realidades hace que caigamos en todas las trampas que suenan bien y nos convirtamos en la famosa “disidencia controlada”.
Yo tropiezo una y otra vez en la misma piedra por esa misma razón y supongo que no he sido la única. Pienso que el 15-m fue en gran parte planeado y en una pequeña parte espontáneo, caótico y azaroso. Yo sí pensé que, a pesar del carácter socialdemócrata, reformista y prosistémico de muchas de las propuestas que se podían escuchar en las asambleas de Sol y cercanías, el mero hecho de sentarnos a hablar y debatir por las plazas ya era positivo en sí mismo. Lo que no veía es que, en gran medida, estábamos formando parte de un gran experimento de ingeniería social en el que las redes sociales y las nuevas tecnologías, los nodos y la cibernética, iban a tener un papel fundamental.
Y sí, me vuelvo a caer del guindo: he sido parte de la disidencia controlada, una tonta útil más. Y, lo que es peor aún… Si lo he sido en el pasado, ¿en qué más cosas me estaré equivocando en el presente?.
Tania Gálvez. Las interferencias.
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