viernes, 1 de julio de 2016
GANADERÍA.
En su libro “Propaganda” (1928), Bernays argumentó que la manipulación de la opinión pública era una parte necesaria de la democracia:
“La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizadas de las masas son un elemento importante en una sociedad democrática. Aquellos que manipulan este mecanismo no visible de la sociedad, constituyen un gobierno invisible, que es el verdadero poder gobernante de nuestro país… Somos gobernados, nuestras mentes son moldeadas, nuestros gustos son formados, nuestras ideas son sugeridas, mayormente por hombres de los que nunca hemos oído hablar…”
En la década de 1920, trabajando para la Compañía Americana de Tabaco, Bernays envió a un grupo de jóvenes modelos a marchar en el desfile de la ciudad de Nueva York. Luego señaló a la prensa que el grupo de mujeres encendería “Antorchas de Libertad”. A su indicación, las modelos encendieron cigarrillos Lucky Strike enfrente de los fotógrafos. El New York Times del 1 de abril de 1929 escribió: “Grupo de chicas fuman cigarrillos como gesto de ‘libertad’”. Esto ayudó a romper el tabú de mujeres fumando en público.
Bernays ayudó a la Compañía de Aluminio de Estados Unidos (Alcoa) y otros grupos de interés para convencer a los estadounidenses de que la fluoración del agua era segura y beneficiosa para la salud humana. Esto fue logrado usando a la Asociación Dental Estadounidense en una campaña mediática de gran éxito.
Edwards Bernays ha sido citado como el inventor de la cultura consumista, diseñada principalmente para atacar el ego de las personas, convirtiendo un deseo en necesidad. Esto fue inicialmente proyectado por productos como los cigarrillos. No obstante, Bernays también indicó en su libro de 1928 que la propaganda es el “brazo ejecutivo del gobierno invisible”. Lo anterior puede ser visto claramente en la actual cultura de estado policíaco, y la pseudo-patriota guerra contra el terrorismo en los Estados Unidos.
La creciente consolidación de los grandes medios ha permitido que toda una estructura corporativa se fusione con el gobierno. Periódicos, películas, televisión y noticias por cable funcionan hoy al unísono para integrar un mensaje único, que aparenta poseer veracidad por el sólo hecho de provenir de diversas fuentes, en forma simultántea.
Bernays también anota en su libro: “En casi cada acto de nuestras vidas diarias, sea en la esfera de la política o los negocios, en nuestra conducta social o pensamiento ético, somos dominados por un grupo relativamente pequeño de personas… que entienden los procesos mentales y patrones sociales de las masas. Son ellos quienes mueven los hilos que controlan la mente del público”
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