Previa cita al doctor me he presentado
a contarle el rosario de mis males
porque he pasado algunos dias fatales
no pudiendo vivir mas que acostado.
- Ando triste y nervioso, fatigado,
cavilando sombrío con funerales,
ni purgas ni remedios similares
me sacan para nada de mi estado.
Y me pasa, doctor, que muchas veces
me late el corazón rápidamente
por una tontería, por pequeñeces,
quedándome después del todo inerme,
mi cuerpo por completo hecho una pena,
sin poder dar un paso ni moverme.
- Tras la anamnesis hecha
el diagnóstico es fácil y certero,
el mal que a usted le aqueja
es taquicardia, pero
no es solamente eso, caballero.
El otro de sus males
es la astenia pertinaz que le domina,
y es que las suprarrenales,
(será cosa endocrina),
no dosifican bien la adrenalina.
- Si mis cuitas sólo fueran
las que han salido hasta ahora
me largaria en buena hora
y no habría ningún problema,
pero es el caso, doctor,
que esto es lo más suave
y me queda lo más grave
para completar el tema.
Es que... no puedo vivir,
estoy siempre preocupado
por cosas que ya han pasado
o que pueden ocurrir,
y no paro de sufrir
y no paro de asustarme,
ideas que hasta dominarme
se me fijan con ahínco
una vez, dos... cuatro, cinco...
ganas me dan de matarme.
Pienso muchas cosas raras y mucha teoría,
nunca tengo la cabeza del todo vacía
y estoy tan precupado con esta porfía
que no tengo hambre a ninguna hora del día.
- ¡Qué barbaridad, Jesús! ¡Válgame Santa María!
tiene usted todos los males que enumerarse podrían:
tiene distocia mental y anorexia todo el día,
y para acabar el cuadro la neurosis obsesiva.
Hipócrates y Galeno con esto disfrutarían,
y hasta al mismo Pracelso esto le interesaría.
En usted se ha dado cita toda la patologia,
con las cosas que usted tiene y pocas que faltarían
y para acabar el cuadro la neurosis obsesiva.
Hipócrates y Galeno con esto disfrutarían,
y hasta al mismo Pracelso esto le interesaría.
En usted se ha dado cita toda la patologia,
con las cosas que usted tiene y pocas que faltarían
se podría escribir algún libro de nosología.
- Lo que quiero es estar bien, no tanta fraseologia,
que ni me libra del mal ni me produce alegría.
- La terapia pertinente que su caso exigiría
deberá ser un remedio basado en la alopatía,
asi es que vamos a ver que solución le daría.
- Por favor, señor doctor,
no me mande medicina
porque me pondré peor
con tanta cosa cochina.
-Muy bien, pues,
lo tendremos en cuenta.
-Gracias, doctor,
eso me anima.
-Muy bien, pues,
lo tendremos en cuenta.
-Gracias, doctor,
eso me anima.
Confío
en que usted me curará,
en que usted me curará,
lo necesito.
Estoy tan mal...
Estoy tan mal...
siempre estoy tan mal...
siempre con algo,
Siempre igual de mal,
qué vida esta,
asi no puedo seguir.
He visitado ya
docenas
Siempre igual de mal,
qué vida esta,
asi no puedo seguir.
He visitado ya
docenas
y docenas
y docenas de médicos
para nada...
nada de nada.
En un concurso de enfermos
yo podría ser
el primero,
sin duda...
sin duda...
sin duda.
- Le diré la conclusión
que he sacado de este lío
puñetero:
que es usted, en mi opinión,
hipocondriaco perdío,
caballero,
y que tiene en la cabeza
tanta manía metida,
compañero,
que asi, con esas rarezas,
se esta amarga do la vida,
majadero.
Y si usted quiere curarse sin brebaje,
la mejor solución es que trabaje.
- Si trabajo, doctor,
me pondré peor.
- Y si no, también.
(Váse)
- ¿Siguiente?
- Que pase.
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