La pasión por el dinero es la metrópoli de todos los males.
Diógenes de Sinope.
Diógenes Laercio sobre Diógenes de Sinope:
Criticaba a los que elogiaban a los justos, por estar por encima de las riquezas, pero por otro lado envidiaban a los muy ricos. Le irritaba que se sacrificara a los dioses para pedirles salud, y en el mismo sacrificio se diera una comilona contra la salud. Se extrañaba de que algunos esclavos que veían a sus dueños comer vorazmente no hurtaran nada de los platos. Elogiaba a los que se disponían a casarse y no se casaban, a los que iban a hacerse a la mar y no zarpaban, a los que iban a entrar en política y no lo hacían, a los que iban a criar a sus hijos y no los criaban, y a los que estaban preparados para servir de consejeros a los poderosos y no se acercaban a ellos. Decía, además, que se debe tender la mano a los amigos, pero sin cerrar el puño.
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