Muchos nos preguntamos cómo es posible que los estados dejen sin castigo a los delincuentes de las altas finanzas, que están arruinando al mundo a ojos vista. Que, en vez de encarcelarlos, los gobernantes les den más y más dinero.
Ya sabéis por qué: porque son los diseñadores y gestores del futuro de un planeta sin excedentes de energía, de un mundo de esclavos por el sustento, con una ínfima natalidad y una cultura infecta, constituido por naciones de hombres incapaces de rebelarse, un mundo de cuya miseria solo escaparán las bellezas extraordinarias o las inteligencias excepcionales, si están adornadas ambas de una absoluta falta de escrúpulos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario