BUCÓLISIS.

Ardiente Febo bendijo con sus rayos
la oscura faz redonda del planeta 
despertando los cantos de los gallos 
y la tierra de labor mullida y quieta.

Aves e insectos tejieron la mañana 
de cantos y rumores matutinos 
y el tibio olor de hogares y de leña 
se extendió por veredas y caminos.

Ya los pastores soplan caramillos 
y retozan hermosos los corderos, 
ya los campos regalan con sus brillos 
el oculto vergel de los senderos.

Febo amable acaricia desde el cielo 
los campos dadivosos y frutales 
que los hombres al son de sus desvelos 
llenos tienen de siembras y panales.

El agua rumorosa invita al sueño 
tras el jugoso manjar del mediodía, 
cuando eleva su canto con empeño 
la cigarra en vibrante sinfonia.

Un céfiro acaricia los semblantes 
anunciando el principio de la tarde, 
los pastores apuestos y galantes 
cantan al amor que en ellos arde.

Los rebaños se juntan presurosos 
cuando el ocaso tiñe con sus galas 
los parajes amables y boscosos 
que la noche ya cubre con sus alas.

Y en amena reunión acompañados 
por el amor y la luz de la fogata, 
los pastores descansan recostados 
sobre el lecho feliz de alguna mata.

                                    ...y se besan.*


   * Opcional.