NUNCA ESTUVE EN BENARÉS.
…y se fueron los años presurosos
al compás de las aguas de la vida.
Hormiguero sagrado
Amado por los dioses:
Nunca he visto tu infierno bullicioso
ni la muerte feliz de tus santones,
ni la otra muerte, callada y silenciosa,
ni la vida que estalla en tus rincones.
Nunca las aguas del divino río
conocieron mi carne y mis pecados;
sólo en la oscura eternidad del sueño
tu bendita confusión me hizo su esclavo.
Pero no he de llorar a tus mendigos
ni añorar tus profetas y tus santos
que solo tuyos no son, porque ahora sé
que he vivido siempre, y vivo,
en Benarés.
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