viernes, 7 de agosto de 2020
DISTOPÍAS.
La Nueva Normalidad nada tiene de normalidad, ni tampoco de nueva; no es sino un enésimo ataque a traición, con nocturnidad y alevosía, a todo lo que la vida humana tiene de natural, positivo, estimulante y vivible.
Un intento, perverso o inhumano, de instaurar un sistema en el que la enfermedad, el miedo y la discordia sean la forma de vida habitual por los siglos de los siglos.
Allá ellos.
Parece mentira (pero no lo es) que el hecho de respirar con normalidad haya llegado a ser mal visto, cuestionado, rechazado, perseguido, casi prohibido.
También es posible (y extraño) que el hábito de respirar bien llegue a ser un acto de resistencia politicosocial y de afirmación personal.
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