Las instituciones alcanzan un punto de no retorno en cuanto a su credibilidad. Hostigar y discriminar a ciudadanos comunes por faltas leves o imaginarias mientras se blanquean y protegen a los criminales más execrables se ha convertido en una práctica común ejercida con excesivo descaro.
La última vez que Saturno y Júpiter se reunieron en el cielo como termómetro social fue en diciembre de 2020, con una disidencia todavía embrionaria e incipiente. Ahora tañen las campanas de ambos en su primer cuarto de su circuito privado, encuadrado dentro de un ciclo mayor que engullirá al discurso globalista y satánico en todas sus retorcidas derivaciones.Llegó el momento de conquistar la hegemonía intelectual y acabar con su propaganda. Y con ello, de forma escalonada e inevitable, con toda su agenda del mal.
Robert Martínez.
El director de la OMS da marcha atrás y declara (siguiendo el consejo de los "expertos") que la viruela del mono no representa una emergencia sanitaria global.
Algunos medios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario