No podremos entender el presente y el futuro sin conocer el pasado. Por ello, hoy os traigo a un personaje que tuvo mucho que ver con el mundo actual:
Zbigniew Brzezinski fue más que un asesor de presidentes: fue el ingeniero del tablero geopolítico contemporáneo. Junto a David Rockefeller diseñó la Comisión Trilateral, una organización destinada a eliminar los límites entre el poder político, financiero y mediático de las tres potencias centrales del planeta. Desde entonces, la soberanía nacional comenzó a disolverse en estructuras supranacionales manejadas por corporaciones y bancos. En Between Two Ages predijo con asombrosa frialdad un futuro dominado por una “sociedad tecnotrónica”, donde las decisiones serían tomadas por una minoría ilustrada y las masas serían controladas mediante la tecnología, el entretenimiento y la manipulación de la información. No era una advertencia: era un plan.Durante la Guerra Fría, Brzezinski promovió el uso del extremismo islámico para desestabilizar regiones enteras, sentando las bases del caos geopolítico actual. Creía que quien controlase Eurasia controlaría el mundo, y que el poder debía concentrarse en una red de expertos y financieros al margen del pueblo. Su visión se materializa hoy en el gobierno de las tecnocracias, en el control digital y en la subordinación de las democracias a los intereses corporativos. Comprender a Brzezinski es entender que el “nuevo orden mundial” no nació de la improvisación, sino del cálculo frío de un hombre que concibió el siglo XXI como el laboratorio del dominio invisible.
Criztina Martín Giménez.
Criztina Martín Giménez.
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