jueves, 13 de septiembre de 2012

GANADERÍA.


La segregación femenina es otra de las aspiraciones que comparten el programa del feminismo ortodoxo occidental y el patriarcado modernizado de los países islámicos. 
Conseguir convertir a las mujeres en rebaños de trabajadoras encerradas en las fábricas es el sueño de los pudientes y poderosos con independencia de su sexo, religión o cultura.

El nuevo patriarcado feminista prepara para las mujeres un nuevo orden esclavista en el que la mayoría no seamos sino mano de obra para servir al capitalismo y al Estado, carne de cañón para sus ejércitos y custodios del orden social contra nuestros iguales encuadradas en sus policías, mientras la minoría de las poderosas nos sojuzga y tiraniza.

Prado Esteban Diezma.

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