Frente a un sistema cuyo objetivo es mantenernos en un estado de tensión y excitación constante, tratando por todos los medios a su alcance (principalmente los medios de comunicación de masas) de agitar nuestros miedos (retransmisión diaria y continua de todo tipo de “catástrofes”) y nuestros deseos (facilidad de satisfacer todo tipo de curiosidades y “vicios” con sólo hacer un clic), la actitud más inteligente y revolucionaria sería la de un total y absoluto desinterés hacia ella y todo lo que nos ofrece.
La calma, la serenidad y la apatía podrían ser los estados mentales más útiles, para combatir una estrategia tan sutil y perversa como ésta, cuyo fin último es el de hacer de nuestras vidas un infierno.
Blog Antiimperialista.
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