martes, 30 de septiembre de 2014
ENIGMAS.
Físicos del King’s College de Londres recrearon recientemente las condiciones inmediatamente posteriores al Big Bang, incluyendo en esta simulación los datos obtenidos en estos dos años de análisis del bosón de Higgs.
De acuerdo con su investigación, Robert Hogan y otros colegas concluyeron que, si bien después de la “Gran Explosión” el universo comenzó a expandirse increíble y excesivamente rápido, a esto siguió un proceso de colapso que, según el modelo de los físicos, debió terminar hace casi 14 mil millones de años.
Entonces, ¿el universo dejó de existir ese momento? Ese es el enigma, pues ahora los científicos no saben si, en efecto, todo lo que vemos a nuestro alrededor simplemente no existe o, por otro lado, hace 13.8 mil millones sucedió algo que todavía no descubrimos ni entendemos sobre la existencia del cosmos.
El físico Adam Frank escribió una pieza para NPR titulada “¿El próximo martes ya ocurrió?“, donde desglosa algunos aspectos de nuestro entendimiento del mundo.
Por principio, solemos creer que el martes de la próxima semana ocurrirá efectivamente, o lo que es lo mismo, que no ha ocurrido aún. No tenemos posibilidad de afirmarlo ni negarlo: nuestro entendimiento del tiempo y el espacio nos permiten apostar, con un infalible nivel de probabilidad, que el próximo martes vendrá después del próximo lunes.
Pero nuestros paradigmas del espacio y el tiempo no han sido los mismos siempre.
Para Newton, el espacio y el tiempo eran dominios separados: el espacio era lo que Frank describe como “el gran escenario de los dramas humanos”, y el tiempo era solamente su duración. Ambas nociones existían en espacios separados desde el punto de vista del observador, por lo que uno podía irse a dormir el lunes por la noche y estar seguro de que al día siguiente sería martes. Pero entonces llegó Einstein.
Para la teoría de la relatividad postulada por Einstein, el espacio y el tiempo no son realidades separadas: la curvatura del espacio forma a su vez el tiempo, y el ballet cuántico del universo abrió preguntas que aún no logran ser respondidas, como el hecho de si después del próximo lunes será martes. Teóricamente, el continuo espacio-temporal reconoce solamente el antes y el después, el arriba y el abajo, y en esas posibilidades se juega la sospecha de que todos los eventos que han ocurrido y todos los que ocurrirán (como el próximo martes) ya existan en el espacio-tiempo.
Las cuatro dimensiones, vividas a escala individual, son descritas por Frank como la verdadera naturaleza de tu vida: el espacio que media entre tu nacimiento y el momento de tu muerte, pero eso sólo toma en cuenta la conciencia; en un estado cuántico, tu materia ya está existiendo por siempre, de un modo u otro.
“El flujo del tiempo es, de acuerdo con esta interpretación de la relatividad, nada más que un tipo de ilusión óptica”, dice Frank.
De acuerdo con su investigación, Robert Hogan y otros colegas concluyeron que, si bien después de la “Gran Explosión” el universo comenzó a expandirse increíble y excesivamente rápido, a esto siguió un proceso de colapso que, según el modelo de los físicos, debió terminar hace casi 14 mil millones de años.
Entonces, ¿el universo dejó de existir ese momento? Ese es el enigma, pues ahora los científicos no saben si, en efecto, todo lo que vemos a nuestro alrededor simplemente no existe o, por otro lado, hace 13.8 mil millones sucedió algo que todavía no descubrimos ni entendemos sobre la existencia del cosmos.
El físico Adam Frank escribió una pieza para NPR titulada “¿El próximo martes ya ocurrió?“, donde desglosa algunos aspectos de nuestro entendimiento del mundo.
Por principio, solemos creer que el martes de la próxima semana ocurrirá efectivamente, o lo que es lo mismo, que no ha ocurrido aún. No tenemos posibilidad de afirmarlo ni negarlo: nuestro entendimiento del tiempo y el espacio nos permiten apostar, con un infalible nivel de probabilidad, que el próximo martes vendrá después del próximo lunes.
Pero nuestros paradigmas del espacio y el tiempo no han sido los mismos siempre.
Para Newton, el espacio y el tiempo eran dominios separados: el espacio era lo que Frank describe como “el gran escenario de los dramas humanos”, y el tiempo era solamente su duración. Ambas nociones existían en espacios separados desde el punto de vista del observador, por lo que uno podía irse a dormir el lunes por la noche y estar seguro de que al día siguiente sería martes. Pero entonces llegó Einstein.
Para la teoría de la relatividad postulada por Einstein, el espacio y el tiempo no son realidades separadas: la curvatura del espacio forma a su vez el tiempo, y el ballet cuántico del universo abrió preguntas que aún no logran ser respondidas, como el hecho de si después del próximo lunes será martes. Teóricamente, el continuo espacio-temporal reconoce solamente el antes y el después, el arriba y el abajo, y en esas posibilidades se juega la sospecha de que todos los eventos que han ocurrido y todos los que ocurrirán (como el próximo martes) ya existan en el espacio-tiempo.
Las cuatro dimensiones, vividas a escala individual, son descritas por Frank como la verdadera naturaleza de tu vida: el espacio que media entre tu nacimiento y el momento de tu muerte, pero eso sólo toma en cuenta la conciencia; en un estado cuántico, tu materia ya está existiendo por siempre, de un modo u otro.
“El flujo del tiempo es, de acuerdo con esta interpretación de la relatividad, nada más que un tipo de ilusión óptica”, dice Frank.
lunes, 29 de septiembre de 2014
ECOS DE SOCIEDAD.
El paraíso en la tierra parece existir si visitamos la localidad de Hunza en India, cuyos habitantes, además de casi no ponerse enfermos y vivir hasta los 120 años de edad, tienen un aspecto joven y están siempre alegres. Mujeres que han pasado de los 40 años parecen adolescentes y algunas de 65 años han llegado a tener hijos.
Pero, ¿cuál es el secreto de su juventud?. Parece ser que está estrechamente relacionado con su alimentación, su dieta natural y sus costumbres; son vegetarianos y se bañan en agua helada, llegando a hacerlo incluso a 15º bajo cero.
Dependiendo de la estación del año, la base de su alimentación son frutas y verduras crudas en verano y albaricoques secos, granos germinados y queso de oveja en invierno.
Robert McCarrison, fue el primero en interesarse por este pequeño paraíso, observando que estas gentes consumían muy pocas proteínas. Hizo el cálculo de que en un día ingerían alrededor de 1.933 calorías, 50 gramos de proteínas, 36 gramos de grasa y 365 gramos de carbohidratos.
McCarrison llegó a la conclusión de que la dieta es el factor principal de la longevidad de esta población porque otros pueblos vecinos, con el mismo clima pero con otra alimentación padecían más enfermedades y su esperanza de vida era dos veces más corta. Otro investigador: R. Bircher, estaba plenamente seguro de que ser vegetarianos era la clave de su salud porque consumen frutas y verduras naturales y también tienen periodos regulares de ayuno.
Las amables gentes de Hunza creen que el secreto de su longevidad está en comer productos naturales, trabajar y estar siempre activos, moviéndose mucho. Otra de sus características es que siempre están de buen humor lo que deriva en una vida plena y apacible.
Son muy parecidos en su fisonomía a los europeos. Ellos afirman descender de tres soldados de Alejandro Magno que perdieron su camino en uno de los barrancos escarpados de la cordillera del Himalaya.
Todos los viajeros que han visitado el Hunza se han mostrado particularmente impresionados por su ambiente de paz y por la espléndida salud y la amabilidad de su gente.
Pero, ¿cuál es el secreto de su juventud?. Parece ser que está estrechamente relacionado con su alimentación, su dieta natural y sus costumbres; son vegetarianos y se bañan en agua helada, llegando a hacerlo incluso a 15º bajo cero.
Dependiendo de la estación del año, la base de su alimentación son frutas y verduras crudas en verano y albaricoques secos, granos germinados y queso de oveja en invierno.
Robert McCarrison, fue el primero en interesarse por este pequeño paraíso, observando que estas gentes consumían muy pocas proteínas. Hizo el cálculo de que en un día ingerían alrededor de 1.933 calorías, 50 gramos de proteínas, 36 gramos de grasa y 365 gramos de carbohidratos.
McCarrison llegó a la conclusión de que la dieta es el factor principal de la longevidad de esta población porque otros pueblos vecinos, con el mismo clima pero con otra alimentación padecían más enfermedades y su esperanza de vida era dos veces más corta. Otro investigador: R. Bircher, estaba plenamente seguro de que ser vegetarianos era la clave de su salud porque consumen frutas y verduras naturales y también tienen periodos regulares de ayuno.
Las amables gentes de Hunza creen que el secreto de su longevidad está en comer productos naturales, trabajar y estar siempre activos, moviéndose mucho. Otra de sus características es que siempre están de buen humor lo que deriva en una vida plena y apacible.
Son muy parecidos en su fisonomía a los europeos. Ellos afirman descender de tres soldados de Alejandro Magno que perdieron su camino en uno de los barrancos escarpados de la cordillera del Himalaya.
Todos los viajeros que han visitado el Hunza se han mostrado particularmente impresionados por su ambiente de paz y por la espléndida salud y la amabilidad de su gente.
sábado, 27 de septiembre de 2014
viernes, 26 de septiembre de 2014
jueves, 25 de septiembre de 2014
miércoles, 24 de septiembre de 2014
ANDA YA.
La sabiduría popular nos dice que cuando queremos despejar nuestra mente viene bien salir a caminar y tomar aire. La idea de que caminar nos hace pensar mejor o al menos pensar diferente está profundamente arraigada.
Son muchos los filósofos, científicos y artistas que han cultivado la costumbre de caminar como parte de su disciplina creativa. “Creo que en el momento en el que se empiezan a mover mis piernas mis pensamientos empiezan a fluir”, escribió Henry David Thoreau, el novelista y naturalista que encontró en el bosque alimento para su literatura y de su psique. Nietzsche incluso se aventuró a decir que “todas las grandes ideas se concibieron caminando”.
En su artículo sobre la ciencia de caminar, Ferris Jabr nos dice que Thomas de Quincey calculó que el poeta William Wordsworth caminó unas 80 mil millas en su vida (y esas caminatas sembraron cientos de semillas de poemas). El mismo De Quincey, en su libro sobre Kant, narra cómo las caminatas habituales del filósofo alemán fueron fundamentales en la formulación de su pensamiento crítico.
Caminar y escribir parecen estar inextricablemente ligados, como dos procesos paralelos que forman una continuidad entre la mente y el cuerpo. No sólo caminar por el bosque y encontrar ese sosiego para el alma o esa medicina verde de las plantas; también caminar por las ciudades y entablar relación con los relatos ocultos de las personas que aparecen en nuestro camino. Baudelaire cultivo el arte de perderse en las ciudades, el deleite de dilatarse en la contemplación, “la gastronomía del ojo”, según Balzac.
Esto es lo que se conoce como la flânerie: la divagación como un estado alterado de conciencia que permite procesar la información del entorno con otra sensibilidad, encontrando un cauce narrativo que sigue el ritmo de la zancada.
Como ocurre en nuestra época con casi cualquier cosa, la ciencia ha medido los efectos que tiene la caminata en el cuerpo y en el funcionamiento cognitivo. Al caminar, aumenta el flujo de sangre a los músculos y a los órganos –incluyendo el cerebro (la lucidez puede verse como un fenómeno aeróbico y no por nada los escritores son “atletas de la palabra”).
Ferris Jabr agrupa en The New Yorker una serie de estudios que indican que caminar promueve nuevas conexiones cerebrales –que son luego nuevas conexiones literarias–, incrementa el volumen del hipocampo (una región asociada con la memoria) y fortalece el tejido cerebral que suele desgastarse con la edad.
A su vez, la forma en la que movemos nuestro cuerpo altera la naturaleza de nuestros pensamientos. Existe lo que se conoce como la memoria dependiente del estado: el patrón específico de excitación presente en el cerebro en el momento del aprendizaje se vuelve un componente integral de la información almacenada. Este patrón está determinado por diferentes condiciones, entre ellas la postura en las que nos encontramos, las sustancias químicas que secretamos y el entorno en el que nos situamos. Así, caminar por el bosque o escribir ante una computadora tomando café suelen generar una concatenación de memorias particulares que es también un ritmo cognitivo. Se ha demostrado que, por ejemplo, una postura anatómica abierta, expansiva –ejemplo de dominación entre los mamíferos–, inmediatamente reduce el nivel de cortisol e incrementa la testosterona, cambiando evidentemente nuestro estado mental. O que escuchar canciones con muchas pulsaciones por minuto nos motiva a correr más rápido; lo mismo ocurre cuando se le sube a la música en un auto: el conductor suele manejar más rápido.
Ferris Jabr considera que caminar a nuestro propio ritmo crea un circuito de retroalimentación sin adulterar entre el ritmo de nuestros cuerpos y nuestro estado mental que no podemos experimentar tan fácilmente cuando corremos en un gimnasio, manejamos un auto o andamos en bicicleta o en algún otro tipo de locomoción. Cuando caminamos, el paso de nuestros pies naturalmente vacila y se sincroniza con nuestro estado de ánimo y la cadencia de nuestro diálogo interno; al mismo tiempo, podemos cambiar el ritmo de nuestros pensamientos de manera deliberada al caminar más rápido o ir más despacio.
Un estudio reciente realizado por los investigadores Marily Oppezzo y Daniel Schwartz de la Universidad de Stanford comparó diferentes habilidades cognitivas en un grupo de estudiantes mientras caminaban o mientras estaban sentados. Los resultados de este meta-experimento (la idea de hacerlo surgió justamente en una caminata) muestran que las personas son más creativas o tienen mayor capacidad para desarrollar ideas novedosas y metafóricas cuando están caminando.
Sin embargo, caminar puede ser contraproducente cuando se quiere concentrarse en algo específico: “si estás buscando una sola respuesta correcta a una pregunta, probablemente no quieres todas esas ideas brotando por ahí”, dicen los autores.
Podemos también modular la caminata para generar diferentes tipos de creatividad. No es lo mismo caminar por una zona urbana agradable pero llena de información y atestada de individuos de nuestra misma especie que caminar por un bosque en el que la información es también bastante abundante pero de otro tipo, o incluso caminar por un desierto donde disminuye el nivel de información.
Caminar y pensar o caminar para pensar, he ahí un binomio simbiótico que atraviesa la historia; pocas cosas más refinadas y secretamente vitales para la creación en la cultura humana.
Para muchos médicos no hay mejor deporte y actividad física que caminar, como mínimo, los reglamentarios 20 minutos diarios. Si encima te gusta la aventura y los largos paseos (a buen ritmo) están en tu lista de prioridades, aquí van los guiños que le estás haciendo a tu salud.
1. Las personas que caminan mucho son menos propensas a padecer diabetes, es decir, se acumula menos glucosa en la sangre y permite gozar de una salud de hierro. Así lo ha confirmado un estudio de la Universidad de Seattle y la de Washington, con una muestra de 1.800 personas para el estudio.
2. Fortalece el corazón reduciendo las probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares. Con un 35% de diferencia en comparación con las personas sedentarias.
3. Mejora la función cognitiva. El cerebro sale beneficiado de esta misión. A la larga puede prevenir la demencia senil al reducir el riesgo de anomalías en los vasos cerebrales.
4. Elimina el estrés y mejora altamente el estado de ánimo.
5. Aumenta la resistencia y la capacidad pulmonar, convirtiendo a los pulmones en órganos más sanos y fuertes ante infecciones y virus.
6. Evita la obesidad al quemar grasa y actividad el metabolismo al producir sed.
7. Ayuda a la tardía oxidación de los huesos al someterlo a esfuerzos físicos soportables.
Son muchos los filósofos, científicos y artistas que han cultivado la costumbre de caminar como parte de su disciplina creativa. “Creo que en el momento en el que se empiezan a mover mis piernas mis pensamientos empiezan a fluir”, escribió Henry David Thoreau, el novelista y naturalista que encontró en el bosque alimento para su literatura y de su psique. Nietzsche incluso se aventuró a decir que “todas las grandes ideas se concibieron caminando”.
En su artículo sobre la ciencia de caminar, Ferris Jabr nos dice que Thomas de Quincey calculó que el poeta William Wordsworth caminó unas 80 mil millas en su vida (y esas caminatas sembraron cientos de semillas de poemas). El mismo De Quincey, en su libro sobre Kant, narra cómo las caminatas habituales del filósofo alemán fueron fundamentales en la formulación de su pensamiento crítico.
Caminar y escribir parecen estar inextricablemente ligados, como dos procesos paralelos que forman una continuidad entre la mente y el cuerpo. No sólo caminar por el bosque y encontrar ese sosiego para el alma o esa medicina verde de las plantas; también caminar por las ciudades y entablar relación con los relatos ocultos de las personas que aparecen en nuestro camino. Baudelaire cultivo el arte de perderse en las ciudades, el deleite de dilatarse en la contemplación, “la gastronomía del ojo”, según Balzac.
Esto es lo que se conoce como la flânerie: la divagación como un estado alterado de conciencia que permite procesar la información del entorno con otra sensibilidad, encontrando un cauce narrativo que sigue el ritmo de la zancada.
Como ocurre en nuestra época con casi cualquier cosa, la ciencia ha medido los efectos que tiene la caminata en el cuerpo y en el funcionamiento cognitivo. Al caminar, aumenta el flujo de sangre a los músculos y a los órganos –incluyendo el cerebro (la lucidez puede verse como un fenómeno aeróbico y no por nada los escritores son “atletas de la palabra”).
Ferris Jabr agrupa en The New Yorker una serie de estudios que indican que caminar promueve nuevas conexiones cerebrales –que son luego nuevas conexiones literarias–, incrementa el volumen del hipocampo (una región asociada con la memoria) y fortalece el tejido cerebral que suele desgastarse con la edad.
A su vez, la forma en la que movemos nuestro cuerpo altera la naturaleza de nuestros pensamientos. Existe lo que se conoce como la memoria dependiente del estado: el patrón específico de excitación presente en el cerebro en el momento del aprendizaje se vuelve un componente integral de la información almacenada. Este patrón está determinado por diferentes condiciones, entre ellas la postura en las que nos encontramos, las sustancias químicas que secretamos y el entorno en el que nos situamos. Así, caminar por el bosque o escribir ante una computadora tomando café suelen generar una concatenación de memorias particulares que es también un ritmo cognitivo. Se ha demostrado que, por ejemplo, una postura anatómica abierta, expansiva –ejemplo de dominación entre los mamíferos–, inmediatamente reduce el nivel de cortisol e incrementa la testosterona, cambiando evidentemente nuestro estado mental. O que escuchar canciones con muchas pulsaciones por minuto nos motiva a correr más rápido; lo mismo ocurre cuando se le sube a la música en un auto: el conductor suele manejar más rápido.
Ferris Jabr considera que caminar a nuestro propio ritmo crea un circuito de retroalimentación sin adulterar entre el ritmo de nuestros cuerpos y nuestro estado mental que no podemos experimentar tan fácilmente cuando corremos en un gimnasio, manejamos un auto o andamos en bicicleta o en algún otro tipo de locomoción. Cuando caminamos, el paso de nuestros pies naturalmente vacila y se sincroniza con nuestro estado de ánimo y la cadencia de nuestro diálogo interno; al mismo tiempo, podemos cambiar el ritmo de nuestros pensamientos de manera deliberada al caminar más rápido o ir más despacio.
Un estudio reciente realizado por los investigadores Marily Oppezzo y Daniel Schwartz de la Universidad de Stanford comparó diferentes habilidades cognitivas en un grupo de estudiantes mientras caminaban o mientras estaban sentados. Los resultados de este meta-experimento (la idea de hacerlo surgió justamente en una caminata) muestran que las personas son más creativas o tienen mayor capacidad para desarrollar ideas novedosas y metafóricas cuando están caminando.
Sin embargo, caminar puede ser contraproducente cuando se quiere concentrarse en algo específico: “si estás buscando una sola respuesta correcta a una pregunta, probablemente no quieres todas esas ideas brotando por ahí”, dicen los autores.
Podemos también modular la caminata para generar diferentes tipos de creatividad. No es lo mismo caminar por una zona urbana agradable pero llena de información y atestada de individuos de nuestra misma especie que caminar por un bosque en el que la información es también bastante abundante pero de otro tipo, o incluso caminar por un desierto donde disminuye el nivel de información.
Caminar y pensar o caminar para pensar, he ahí un binomio simbiótico que atraviesa la historia; pocas cosas más refinadas y secretamente vitales para la creación en la cultura humana.
Para muchos médicos no hay mejor deporte y actividad física que caminar, como mínimo, los reglamentarios 20 minutos diarios. Si encima te gusta la aventura y los largos paseos (a buen ritmo) están en tu lista de prioridades, aquí van los guiños que le estás haciendo a tu salud.
1. Las personas que caminan mucho son menos propensas a padecer diabetes, es decir, se acumula menos glucosa en la sangre y permite gozar de una salud de hierro. Así lo ha confirmado un estudio de la Universidad de Seattle y la de Washington, con una muestra de 1.800 personas para el estudio.
2. Fortalece el corazón reduciendo las probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares. Con un 35% de diferencia en comparación con las personas sedentarias.
3. Mejora la función cognitiva. El cerebro sale beneficiado de esta misión. A la larga puede prevenir la demencia senil al reducir el riesgo de anomalías en los vasos cerebrales.
4. Elimina el estrés y mejora altamente el estado de ánimo.
5. Aumenta la resistencia y la capacidad pulmonar, convirtiendo a los pulmones en órganos más sanos y fuertes ante infecciones y virus.
6. Evita la obesidad al quemar grasa y actividad el metabolismo al producir sed.
7. Ayuda a la tardía oxidación de los huesos al someterlo a esfuerzos físicos soportables.
lunes, 22 de septiembre de 2014
VARIOS.
Poco o ningún valor se le da a la verdad en la era de la modernidad y aunque existen “atisbos de verdad” en determinados ámbitos como en las relaciones personales, en general es ocultada, despreciada y reprimida por la inmensa mayoría de la población.
Además, el contexto social no hace nada por mejorar esta situación, sino todo lo contrario.
La especie errante. Blog.
En la guerras no se sabe por qué se lucha y la razón para este sinsentido es que, en realidad, los motivos son ajenos al ser humano normal.
Los gobernantes se encargan de vendernos miedo, de amedrentarnos con enemigos y riesgos, etéreos o reales, que son los que les convienen para poder estar en el poder. Así se vuelven imprescindibles.
Los militares usan, o más bien abusan, de las mismas técnicas para mantener su permanencia y necesidad.
¿Cómo hemos sido tan ingenuos de darles tanto poder a los gobernantes y a los militares, cómo hemos asumido que deben ellos cargar con la responsabilidad de la defensa?.
Esta delegación de funciones es la que ha impedido mantener la soberanía ciudadana en los temas de defensa y nos ha hecho servidores de intereses particulares y ajenos a la sociedad.
A lo largo de la historia, todas las instituciones que han tenido el poder han utilizado el miedo para conseguir sus objetivos:
las instituciones religiosas con el pecado (el premio y el castigo), las instituciones políticas con el delito (lo correcto y lo incorrecto), las instituciones educativas con el saber (lo apropiado y lo inapropiado), las instituciones económicas con el trabajo (lo productivo y lo improductivo).
Una vez el sistema se acepta como correcto, el individuo tiene miedo a ser improductivo, a hacer algo inapropiado, a ser castigado, etc.
Y es así como los objetivos de las personas en el poder se convierten en los objetivos propios de poder, no en los objetivos del bien común.
Les interesa su modo de vida, sus privilegios, su forma de entender los conflictos y, sobre todo, su forma de sacar provecho en interés propio de tales conflictos.
Juan Perez Ventura. La geopolitica del miedo.
domingo, 21 de septiembre de 2014
sábado, 20 de septiembre de 2014
viernes, 19 de septiembre de 2014
CITAS.
Como ustedes comprenderán, estamos en guerra y vamos a decir mentiras.
Donald Rumsfeld, ex-ministro de Defensa
jueves, 18 de septiembre de 2014
miércoles, 17 de septiembre de 2014
martes, 16 de septiembre de 2014
lunes, 15 de septiembre de 2014
domingo, 14 de septiembre de 2014
PARADIGMAS EDUCATIVOS.
Echa un reactivo eficiente en cualquier situación escolar institucional y mira qué sucede.
Di, por ejemplo, que no encuentras razonable tanto esfuerzo de la escuela por normalizar la ortografía de los alumnos; o di que no te parece importante la caligrafía; o di que el saber está vivo y abierto y la verdad no es su mejor síntesis; o di que te gustaría ver a tu hijo equivocarse en paz y olvidarse sin pena...
Se te vendrán encima. Aún los tímidos emergerán de sus sombras para atacarte, quitándote entidad moral para hablar y poniéndote en el lugar del imputado. Serás aciago protagonista del momento.
Estarás solo, o casi solo. Padres, madres, autoridades y maestros te acosarán. No saldrás con vida. Los lugares comunes te caerán encima y te sepultarán. Pesan como piedras. Intentarás defenderte con armas nobles, pero no podrás.
Serás agresivamente desactivado.
Pablo Doberti.
Di, por ejemplo, que no encuentras razonable tanto esfuerzo de la escuela por normalizar la ortografía de los alumnos; o di que no te parece importante la caligrafía; o di que el saber está vivo y abierto y la verdad no es su mejor síntesis; o di que te gustaría ver a tu hijo equivocarse en paz y olvidarse sin pena...
Se te vendrán encima. Aún los tímidos emergerán de sus sombras para atacarte, quitándote entidad moral para hablar y poniéndote en el lugar del imputado. Serás aciago protagonista del momento.
Estarás solo, o casi solo. Padres, madres, autoridades y maestros te acosarán. No saldrás con vida. Los lugares comunes te caerán encima y te sepultarán. Pesan como piedras. Intentarás defenderte con armas nobles, pero no podrás.
Serás agresivamente desactivado.
Pablo Doberti.
sábado, 13 de septiembre de 2014
viernes, 12 de septiembre de 2014
jueves, 11 de septiembre de 2014
miércoles, 10 de septiembre de 2014
SEMIPLAGIO.
Vivo sin vivir. Y a mí
no me parece certero
morir sin vivir primero.
martes, 9 de septiembre de 2014
domingo, 7 de septiembre de 2014
ANUNCIO.
En caso de existir,la felicidad no es algo distinto ni separado de los seres, las cosas y los eventos.
CITAS.
Nos convertimos en aquello a lo que prestamos nuestra atención.
Epicteto.
jueves, 4 de septiembre de 2014
EL CHIP.
RISTRA DE PATENTES.
Patente : 3951134, Aparato y método para monitorizar de forma remota y alterar las ondas cerebrales.
https://www.google.com/patents/US3951134
Patente : 5644363, Aparato para la superposición de materiales de instrucción subliminales visuales en una señal de vídeo
https://www.google.com/patents/US5644363.
Patente : 5458142, Dispositivo para la monitorización de un campo magnético que emana de un organismo.
https://www.google.com/patents/US5458142
Patente : 5586967, Método y grabación para la producción de sonidos y mensajes para lograr alfa y theta estados de ondas cerebrales y los estados emocionales positivos en humanos.
https://www.google.com/patents/US5586967
Patente : 5330414, Aparato de inducción de ondas cerebrales.
https://www.google.com/patents/US5330414
Patente : 5392788, Método y dispositivo para la interpretación de los conceptos y el pensamiento conceptual a partir de datos de ondas cerebrales y para ayudar en el diagnóstico de la disfunción de las ondas cerebrales.
https://www.google.com/patents/US5392788
Patente : 3837331, Sistema y método para controlar el sistema nervioso de un organismo vivo.
https://www.google.com/patents/US3837331
Patente : 4924744, Aparato para la generación de sonido a través de baja frecuencia y modulación del ruido.
https://www.google.com/patents/US4924744
Patente : 4202323, Activación de Drogas por la radiación.
https://www.google.com/patents/US4202323
Patente : 3980076, Método para medir el exterior del cuerpo humano cambios de susceptibilidad magnética.
https://www.google.com/patents/US3980076
Patente : 4777529, Sistema de programación subliminal auditiva.
https://www.google.com/patents/US4777529
Posibles aplicaciones:
https://www.youtube.com/watch?v=SwC6cau-UzA
Patente : 3951134, Aparato y método para monitorizar de forma remota y alterar las ondas cerebrales.
https://www.google.com/patents/US3951134
Patente : 5644363, Aparato para la superposición de materiales de instrucción subliminales visuales en una señal de vídeo
https://www.google.com/patents/US5644363.
Patente : 5458142, Dispositivo para la monitorización de un campo magnético que emana de un organismo.
https://www.google.com/patents/US5458142
Patente : 5586967, Método y grabación para la producción de sonidos y mensajes para lograr alfa y theta estados de ondas cerebrales y los estados emocionales positivos en humanos.
https://www.google.com/patents/US5586967
Patente : 5330414, Aparato de inducción de ondas cerebrales.
https://www.google.com/patents/US5330414
Patente : 5392788, Método y dispositivo para la interpretación de los conceptos y el pensamiento conceptual a partir de datos de ondas cerebrales y para ayudar en el diagnóstico de la disfunción de las ondas cerebrales.
https://www.google.com/patents/US5392788
Patente : 3837331, Sistema y método para controlar el sistema nervioso de un organismo vivo.
https://www.google.com/patents/US3837331
Patente : 4924744, Aparato para la generación de sonido a través de baja frecuencia y modulación del ruido.
https://www.google.com/patents/US4924744
Patente : 4202323, Activación de Drogas por la radiación.
https://www.google.com/patents/US4202323
Patente : 3980076, Método para medir el exterior del cuerpo humano cambios de susceptibilidad magnética.
https://www.google.com/patents/US3980076
Patente : 4777529, Sistema de programación subliminal auditiva.
https://www.google.com/patents/US4777529
Posibles aplicaciones:
https://www.youtube.com/watch?v=SwC6cau-UzA
miércoles, 3 de septiembre de 2014
NOTA ORIENTATIVA.
Saben perfectamente lo que dicen y lo que pretenden, no son unos despistados o unos ignorantes, aunque cuesta entender, por ser difícil de aceptar, la perversidad de sus fines.
Anónima.
martes, 2 de septiembre de 2014
ECOS DE SOCIEDAD.
EL HIJO DEL LEÓN.
Entrevista divulgativa por Y.d. Souza.
El escritor Ibn Asad ha publicado su último trabajo El Hijo del León, un auténtico misil para la conciencia de los lectores que se atrevan a leerlo. No te deja indiferente. El Hijo del León es otro libro de caza mayor. Impactante. Inédito. Sorprendente. Son adjetivos torpes que aún digo en estado de shock. Otro libro maldito. Otro libro de culto. Pues eso es su autor: un escritor maldito para el público culto, un escritor de culto para el público maldito del que formo parte. Gracias por el privilegio de la première y la entrevista.
Ibn Asad:
Gracias a ti. Todo lo que has dicho es una exageración. Un tío como yo no lo merece. Es lo que pasa cuando pides a un amigo que te presente un libro.
Y. Souza: Pues al grano entonces. Habla de El Hijo del León
Ibn Asad:
Este libro cierra mi obra escrita y es el punto final de una Trilogía que fue concebida hace años. Su boceto ya estaba listo a finales de 2012 pero tuve que trabajar durante casi dos años
para respaldar los datos recogidos a través de textos védicos y, al mismo tiempo, sincronizar la exposición con la teoría musical de la tradición dhrupad y un apéndice sonoro que yo mismo produje.
Quizás algunos lectores no perciban este trabajo, pero el esfuerzo fue inmenso. Ese es el motivo de la tardanza de la publicación. Como sabes, dejé de publicar como periodista y autor comercial para poder centrarme en mi trabajo intelectual que no sería tan literario como aparenta. Este libro forma parte de ese trabajo.
Y. Souza: ¿Qué relación tiene con los dos libros de la Trilogía, tan diferentes entre sí?.
Ibn Asad:
Este tercero también es muy diferente a los otros dos. Mi intención con la Trilogía siempre la tuve clara. Son tres tiempos de un mismo mensaje. Con La Danza Final de Kali
expuse una serie de problemas contemporáneos que hace sólo cinco años parecieron muy raros pero que hoy todo el mundo ya identifica. Lo hice desde un punto de vista muy superficial, como no podía ser de otra manera. Eso hizo a La Danza Final de Kali un libro muy popular y muy vendido.
La parte positiva de todo esto fue que muchos lectores se acercaron a otras lecturas más profundas gracias a él. La parte negativa fue que hubo otros lectores que esperaron del libro, de mi obra y de mí mismo, algo que no es. Esto lo dejé claro con
La Rueda de los Cuatro Brazos
Yo escribo para una minoría formada por uno mismo donde el segundo sobra.
Decepcioné (y era mi intención decepcionar) a los conspiranoicos, a los new-age e incluso a algunos tradicionalistas. Y ahora con El Hijo del León, hago lo que finalmente quería hacer. Expongo la teoría esencial de donde mana el conocimiento demostrado en los trabajos anteriores. Este libro cierra la Trilogía y cierra también una misión literaria determinada. Misión cumplida.
Y. Souza: Alguien dirá que eso suena algo pretencioso.
Ibn Asad:
Y tendrá parte de razón quien diga eso. En el ámbito espiritual pienso que hay que ponerse el listón lo más alto que nuestra vista alcance. Ambicioso es poco. Quizás pretencioso sea más adecuado si quiero definirme como autor, un autor que jamás podrá alcanzar su propósito.
Yo siempre he tenido claro por qué escribía. Y también siempre tuve claro que ese objetivo es inalcanzable a través de los libros. Pero eso no me detuvo. Un escritor tiene que saber cuál es la finalidad de un libro, una novela, una obra de teatro, una poesía, lo que sea. Se puede escribir una novela para vender miles de ejemplares y hacerse rico. Se puede escribir una obra de teatro para denunciar una situación política. Se puede escribir un poema para conquistar a una mujer. Se puede cumplir el objetivo o no. Ninguno de los anteriores fue mi caso. En lo que a mí respecta, escribo con el único objetivo de transformar la vida del lector para siempre.
Y. Souza: ¿A quién va dirigido este libro? ¿A quién le va a cambiar la vida?.
Ibn Asad:
Va dirigido a quien quiera leerlo. Recomiendo El Hijo del León a todo aquel que busque un libro con contenido jamás publicado, verdaderamente inédito.
Quise marcar una diferencia: en La Rueda de los Cuatro Brazos recopilé datos coincidentes de diversas tradiciones y los presenté juntos. Nadie lo había hecho así. Sin embargo El Hijo del León no es sólo eso. Hay algo más que yerma erudición en este libro: hay una profunda investigación espiritual insertada en mi trabajo iniciático como músico.
Nadie antes y mucho menos un español, había trabado estos contenidos por escrito, con un respaldo bibliográfico apoyado en los mismo textos tradicionales y, además, ilustrado con la expresión musical de mi ámbito iniciático y personal. Hay un apéndice de audio de más de tres horas de música.
Y. Souza: La música parece que tiene protagonismo en el trabajo. ¿Qué importancia tiene?.
Ibn Asad:
Antes de nada, yo soy músico. Alguien dijo que escribir libros es componer música muda, y yo creo que es cierto. Al intentar exponer conocimientos metafísicos, el libro se va quedando cada vez más obsoleto. El trabajo de un músico o un artesano puede explicar Metafísica muchísimo mejor que un escritor o un filósofo. Por eso hay un apéndice musical importante para la completa lectura del libro que se podrá descargar en www.ibnasad.com. Una monografía sobre el pensamiento indoario con un audio explicativo de más de tres horas de música. Todo esto en un libro. Insisto: jamás nadie hizo algo así antes.
Y. Souza: Para mí lo más sorprendente del libro fue lo encontrado sobre Cristo y el Cristianismo. Es algo verdaderamente revolucionario y novedoso, justo cuando parece que ya se había dicho todo sobre Jesús.
Ibn Asad:
Sí, yo siempre había evitado pronunciarme en esa reciente polémica moderna sobre la existencia o no existencia de Jesús, consciente de la campaña anticristiana que hay detrás de ella. No existe un debate serio ni espiritual al respecto, sino más bien un lodazal propio del sensacionalismo y la prensa amarilla. Sin embargo, al tratar un tema como el de este libro, evidentemente tenía la obligación de hablar de Jesús-Isa. Y me mojo, opino. Algunos me avisaron de que iba a enfadar a muchos cristianos y católicos, pero no fue así. Al contrario. La acogida del libro por los cristianos que lo han leído ha sido excelente. Esto se debe a que una lectura espiritual seria no le importa lo extraña, innovadora, revolucionaria, chocante o novedosa que sea una opinión, sino que ésta se presente de forma sólida, respetuosa, bien argumentada y mejor documentada, como es el caso.
Y. Souza: ¿Puedes comentar algo sobre el título?.
Ibn Asad:
Está explicado en el libro. Asad es uno de los símbolos de los avatares del dashavatara, el Narasimha, el Hombre-León. Además El Hijo del León es uno de los epítetos de una manifestación shaiva relacionada con Narasimha y con una iniciación guerrera que sigue vigente dentro de la tradición sikh.
La imagen de la portada es un estandarte bermellón del Imperio Mughal, relacionado con todo esto y con mi contexto iniciático particular. Es mi nombre, iniciático y personal. Me pareció que la mejor manera de titular mi último libro era firmarlo.
Y. Souza: ¿Dejas de ser un autor anónimo?.
Ibn Asad:
Nunca lo fui. Al menos para ti y para los que me conocen.
Y. Souza: Es sorprendente la serie de especulaciones que existen sobre quién eres. He escuchado que eres un mendigo, un profesor de Yoga, un profesor universitario, un exsacerdote, un loco que vive en una clínica psiquiátrica, un agente de la CIA, un actor, un masón… ¿Qué es todo esto?.
Ibn Asad:
Buena pregunta. No lo sé. Todo son bulos, pero ninguno creado por mí. Supongo que son técnicas de marketing. Nunca tuve que interesarme por el marketing porque hice de mis enemigos mis mejores publicistas. Me gustan las bromas. Quizás con los libros soy serio. Pero fuera de ellos, pocas cosas me tomo en serio.
Y. Souza: ¿Quién es Ibn Asad en realidad?.
Ibn Asad:
Eso se desvela en la última línea del libro.
lunes, 1 de septiembre de 2014
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