jueves, 9 de octubre de 2014

NOVEDADES.

Creado a partir de “nanocabellos” de carbono, hebras mil veces más delgadas que el cabello humano, el vantablack es capaz de absorber prácticamente toda la luz visible que llega hasta él, dejando escapar tan solo 0.035% de ella. 
Al parecer la galante penumbra del vantablack se debe a que los nanocabellos que lo conforman son tan minúsculos que dificultan la entrada de la luz, y están tan estrechamente unidos entre sí que la poca luz que logra penetrar termina extraviándose hasta que, finalmente, es absorbida. 

La negrura del vantablack se torna aún más poética cuando confirmamos que está exento de los pliegues y texturas propias de prácticamente cualquier manifestación material. Es como si al enfrentarse con su superficie, nuestra mirada quedara suspendida, estática, incluso hipnotizada: algo falta y sin embargo está ahí. Una pequeña pradera de vacío.
La vida tiene sorpresas, muchas, y quizá la fuente más activa de estas sea, precisamente, el reino de la máxima lobreguez.

Tal vez sólo existe algo más rápido que la luz, y es la oscuridad.

 Javier Barros del Vi.

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