domingo, 23 de abril de 2017

ECOS DE SOCIEDAD.


La Revolución que se demuestre impotente para transformar el odio en amor, no podrá alumbrar la nueva civilización.

Fausto Falaschi.




Cuando el antropólogo británico E. Best en 1906 le preguntó al maorí Ranapari qué era el ‘hau’, éste le contestó poco más o menos así: 
Si tú me das un regalo yo me puedo quedar con el objeto, pero no me puedo quedar con el ‘hau’, el ‘hau’ tengo que devolverlo.

Según Marcel Mauss, los chinook (noroeste del Pacífico) tenían un concepto similar, que llamaban el ‘potlach’.  Aseguraban que el ‘potlach’ no era sólo ‘dar’, sino que insistían que era ‘dar-recibir-devolver’, un solo concepto, un solo fenómeno, que nosotros, sumidos en las culturas y en el pensamiento mercantilista, troceamos en tres acciones separadas.  Pero para ell@s, dar, recibir y devolver era un solo fenómeno y un solo concepto, tan concatenadas estaban las tres acciones. 

Asegura Mauss que el modo de intercambio de bienes original de la humanidad no fue el trueque sino el don; una forma de intercambio correlativa a una forma de relación entre las personas basada en la reciprocidad producida por los sistemas empáticos.

El mismo Cristóbal Colón, en su Diario de Viajes (Primer Viaje), escribió lo siguiente sobre los indios araucanos:  
Eran tan ingenuos y tan desprendidos de sus posesiones que si uno no lo hubiera visto no lo hubiera podido creer: cuando les pedías algo que tenían, nunca decían no.  Por el contrario, ofrecían compartirlo todo con cualquiera.

 Casilda Rodrigáñez.

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