REDES.

En la mansión celestial del gran dios Indra hay una fabulosa red que ha sido colgada por un astuto artífice, de tal manera que se extiende infinitamente en todas direcciones. 
En sintonía con los gustos extravagantes de las deidades, el artífice ha colgado una joya resplandeciente en cada “ojo” de la red, y como la red es en sí misma infinita en dimensión, las joyas son infinitas en número. Como en una suprema visión cuelgan las joyas brillando como estrellas de primera magnitud.

Si seleccionamos arbitrariamente una de estas joyas para inspeccionarla y la analizamos de cerca, descubriremos que en su superficie azogada se reflejan todas las demás joyas de la red, infinitas en número. No solo eso, sino que cada una de las joyas reflejadas en esta joya también está reflejando todas las otras joyas, así que hay un número infinito de reflejos simultáneos.

Francis Harold Cook.