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En 1998 el Dr. Louis J. Ignarro descubrió junto a otros científicos que el ser humano produce óxido nítrico, un gas que tiene diversas funciones que promueven la salud y que antes era mejor conocido como "el gas de la risa".

El óxido nítrico promueve la circulación y aumenta los niveles de oxígeno en la sangre. El cuerpo produce este gas a través de la respiración, fundamentalmente cuando respiramos por la nariz, incluso cuando dormimos.
Los beneficios y usos del óxido nítrico son numerosos. Ignarro explica que este gas es usado para dilatar las arterias pulmonares en los recién nacidos que tiene hipertensión. El óxido nítrico ayuda relajar los músculos de las arterias y previene alta presión arterial e impide coágulos.
En general el óxido nítrico está asociado con los beneficios que vienen de la relajación y podría ser una de las razones por las cuales la respiración es dede tiempos inmemoriales la herramienta principal que tiene el ser humano para autorregular sus estados mentales.

Pero lo más relevante actualmente es que células del cuerpo antimicrobiales, que ayudan a eliminar virus y bacterias, producen óxido nítrico. Hay estudios que muestran que este gas inhibe los ciclos reproductivos de virus, es decir, que tiene un efecto antiviral.

Existen indicios de que generar óxido nítrico con técnicas de respiración puede mejorar el sueño y combatir condiciones como el asma y la sinusitis. En los últimos años ha habido una pequeña revolución en los estudios de la respiración y sus efectos fisiológicos, dando validez científica a la terapia respiratoria y a formas de yoga como el pranayama y el tummo. Este campo incipiente podría en los siguientes años ser comparable a la dieta, el ejercicio físico y el buen dormir como parte de los pilares de la salud y el automejoramiento.

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