Es importante saber que nuestra sociedad moderna no es humanamente más avanzada que hace 300.000 años. El hombre ordinario contemporáneo, tan ignorante de la realidad de su mundo, se ha vuelto inconsciente, imprudente y negligente, porque su vida cotidiana está llena de una cantidad fenomenal de distracciones: El cine, el fútbol, las competiciones deportivas debilitantes (sobre todo en la televisión), los videojuegos, las series de televisión, los smartphones, los Iphones, los ordenadores..., que con cada visionado y uso prolongado, le sumergen inevitablemente en un estado de hipnosis de ondas cerebrales alfa (7-12 Hertz) inducido por las frecuencias electromagnéticas emitidas por el dispositivo multimedia.
Este segundo estado inducido precisamente por estas ondas alfa en la corteza prefrontal, impide al individuo intelectualizar y realizar acciones reflexivas. Programados psíquicamente por la ingeniería social y debilitados energéticamente por esta tecnología de ondas macroscópicas, los individuos, inconscientes del peligro, permanecen muy a menudo distraídos, desatentos, con la cabeza en el aire, y una vez de vuelta a su realidad cotidiana, actúan de forma automática, repetitiva y mecánica, exactamente como si hubieran permanecido bajo hipnosis.
Así, cuando contemplamos nuestra realidad social, no podemos dejar de constatar que el mundo entero está ahora literalmente bajo hipnosis, permanentemente ocupado por el continuo entretenimiento que ofrecen los medios de comunicación.
Visto en la red.
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