La narrativa actual ya no se limita a explotar las crisis, sino que parece basarse en crear más y más crisis. En un sistema así, la "crisis" ya no es la excepción, sino que se ha convertido en la norma, la premisa básica de toda política y acción social.
La élite transnacional necesita esta normalización de las crisis. Se ve obligada a recurrir a medidas cada vez más represivas y militaristas -tanto dentro como fuera del país- para mantenerse en el poder y sofocar cualquier desafío a su autoridad.De ahí la necesidad de un estado de crisis más o menos permanente capaz de justificar tales medidas.
Markku Siira.
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