Los votantes actuales dicen que ahora hay libertad. Pero ¿qué libertad es esa que sólo permite votar a partidos estatales, cuyas listas de candidatos son impuestas, los elegidos están sujetos a la disciplina de partido y los electores carecen de la posibilidad de removerlos?.
¿Es digno votar a partidos corrompidos y elegir en bloque una lista de personas que, aunque quisieran, no podrían defender los intereses de quienes la votan porque están bajo el mandato imperativo del jefe de partido que las hace?,
Las razones del fracaso moral, político y cultural de los Estados de Partidos son congénitas e institucionales. La causa es debida a dos hechos decisivos: ausencia de libertad política colectiva y falta de representación de la sociedad ante el Estado.
La libertad política está secuestrada por los partidos estatales, únicos agentes y gestores del monopolio político de la representación (de sí mismos), comportada por el sistema proporcional de listas de partido.
Antonio García Trevijano.
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