jueves, 27 de octubre de 2011

SOCIEDAD.


Nuestras mentes gimen hoy bajo montañas de palabrería y verborrea, de un numero infinito de imágenes con ruidos, ordenes e incluso rugidos aterradores, por ello necesitamos construir una sociedad silenciosa, en la que el espíritu pueda realizarse y llegar a ser, en la que la persona alcance a escuchar su propia voz interior. Para ello, tenemos que empezar por aprender el hábito de cavilar, tarea individual, sí, y también colectiva, constituyendo comunidades para practicar la ayuda mutua en el dominio de esta dificilísima disciplina que, conquistada, puede darnos la victoria sobre la sociedad del adoctrinamiento así como sobre lo que resta de la sociedad de las teorías y los dogmatismos. Con ello, el sujeto será construido desde dentro, autoconstruido, y será por ello cualitativamente superior al sujeto actual.


Texto tomado del libro de Félix Rodrigo Mora “La Democracia y el Triunfo del Estado: Esbozo de una revolución democrática, axiológica y civilizadora” (Ed. Manuscritos).

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