John Coleman, noviembre de 1991. El club de los 300.
Mientras me desempeñaba como funcionario de inteligencia,
tuve numerosas oportunidades de ver documentos sumamente secretos. Más
adelante, cuando ejercía de politólogo en Angola, pude examinar una serie de
documentos ultrasecretos, reveladores a más no poder.
Lo que vi me llenó de
enojo y resentimiento, y me motivó a emprender una labor en la que no he cejado
hasta el momento: poner al descubierto las fuerzas que dominan y manipulan los
gobiernos británico y estadounidense.
¿Cuáles son sus objetivos? ¿Qué se propone esa minoría
selecta tan secreta? Sus integrantes se hacen llamar también los olímpicos,
pues están convencidos de que igualan en poder y talla a los legendarios dioses
del Olimpo, los cuales al igual que su dios Lucifer, se han ensalzado a sí mismos
por encima de nuestro Dios verdadero.
Tienen además el convencimiento de que
por derecho divino se les ha encomendado la consecución de las siguientes
metas:
- El establecimiento de un gobierno internacional único o Nuevo Orden Mundial con una iglesia unificada y un sistema monetario común bajo la dirección de ellos. Pocos saben que el Gobierno Internacional inició la fundación de su iglesia entre los años veinte y los años treinta, al comprender la necesidad de canalizar en la dirección deseada por ellos la fe inherente a todo ser humano.
- La destrucción irremediable de toda identidad y orgullo nacional.
- El aniquilamiento de la religión, y más en particular de la cristiana. La única excepción será la creada por ellos que mencionamos más arriba.
- El dominio de cada habitante del planeta mediante técnicas de condicionamiento psicológico y de lo que Zbignew Brzezinski denominó tecnotrónica, con la cual se crearían robots humanos y se implantaría un espeluznante sistema al lado del cual el Terror Rojo de Félix Dzerzhinsky parecerá un juego de niños.
- El fin de toda industria y de la producción de fuerza eléctrica generada a partir de la energía nuclear, en lo que llaman sociedad postindustrial de crecimiento cero. Sólo serán autorizadas las industrias de computación y los servicios. Las empresas norteamericanas que queden serán trasladadas a países como México, donde la mano de obra esclavizada es abundante. Los desempleados a consecuencia de la desaparición de las industrias se transformarán en adictos a la heroína o a la cocaína, o integrarán las estadísticas del proceso de eliminación delineado en el informe El mundo en el año 2000.
- Legalización de la droga y la pornografía.
- Despoblamiento de las grandes ciudades, de conformidad con el ensayo llevado a cabo por el régimen de Pol Pot en Camboya. Es interesante destacar que el plan genocida del dictador asiático fue formulado aquí en los Estados Unidos por una de las fundaciones de investigación financiadas por el Club de Roma. Otro dato interesante es que actualmente los 300 tratan de reinstaurar a los carniceros de Pol Pot en Camboya.
- Eliminación de todo adelanto científico salvo los que sean considerados provechosos para el Club de los 300. La producción de energía atómica con fines pacíficos es uno de los blancos principales. Los experimentos de fusión en frío que actualmente (1992) se llevan a cabo son objeto de burla y desprecio por parte del Club y de sus chacales en la prensa. Un soplete de fusión debidamente empleado pondría a nuestra disposición unos recursos naturales inagotables a partir de las sustancias más comunes, y el Club ya no podría seguir insistiendo en "la falta de recursos naturales".
- Por medio de guerras de limitado alcance en los países desarrollados y de la aniquilación mediante el hambre y las enfermedades de la población de países del tercer mundo, ocasionar de aquí al año 2050 la muerte de 3000 millones de seres humanos, a los que califican de inútiles consumidores de alimentos. El Club de los 300 encargó a Cyrus Vance la redacción de un informe al respecto que expusiera los medios más eficaces de llevar a efecto semejante genocidio. Dicho informe lleva por titulo El Mundo en el año 2000 y fue aprobado por el presidente Carter para el gobierno estadounidense y a nombre del mismo, y aceptado por Edwin Muskie, a la sazón secretario de estado. Según las condiciones fijadas en el informe, la población de los EE. UU. Deberá haber descendido a 100 millones para el año 2050.
- Debilitar la fibra moral de la nación y desmoralizar a la clase obrera mediante la generalización masiva del desempleo. Cuando el número de puestos de trabajo disminuya a causa de las normas introducidas por el Club de Roma con vistas al crecimiento cero postindustrial, los operarios, sumidos en el desaliento y la desesperación, buscarán refugio en el alcohol y la droga. Por medio del rock y de los alucinógenos, se instará a los jóvenes a revelarse contra el status quo, lo cual socavará a la familia como institución social y acabará por destruirla. Con este fin, el Club de los 300 asignó al Instituto Tavistock la preparación de un plan maestro. Tavistock encargó al Instituto de Investigaciones de Stanford la elaboración del plan, con la dirección del profesor Willis Harmon. Más tarde, la empresa llegó a ser conocida como conspiración acuariana.
- Evitar que en todo el mundo la gente pueda decidir su propio destino. Con miras a ello, se creará una crisis tras otra, y luego se manejarán dichas crisis. Ello confundirá y desmoralizará hasta tal punto a la población que ante la superabundancia de opciones se generalizará la apatía. En el caso de los EE. UU. ya existe un organismo que tiene como fin el manejo de crisis. Se trata de la FEMA, siglas en inglés de la Secretaría Federal de Manejo de Emergencias, cuya existencia descubrí en 1980.
- Promocionar a grupos rufianescos de música rock como los Rolling Stones (pandilla de degenerados que goza ampliamente del favor de la nobleza negra europea) y todos los conjuntos a los que Tavistock convirtió en grandes figuras a partir de los Beatles. Seguir promoviendo el fundamentalismo cristiano, del cual se servirán para fortalecer el estado sionista israelí identificando a los judíos con el mito del pueblo escogido de Dios y contribuyendo con sumas bien cuantiosas a lo que dichos fundamentalistas erróneamente consideran una causa religiosa que favorece al cristianismo.
- Exportar a todo el mundo el ideario de la liberación religiosa al objeto de minar a toda religión existente y más en particular la cristiana. Esto empezó con la teología de la liberación, de origen jesuita, que acarreo la caída del régimen de los Somoza en Nicaragua y que en la actualidad destruye El Salvador – cuya guerra civil se arrastra ya embarcada por un cuarto de siglo - , Costa Rica y Honduras. Una entidad muy activamente embarcada en la llamada teología de la liberación es la misión Maryknoll, de tendencia comunista. Ello explica la amplia cobertura dada por los medios al asesinato de unas supuestas monjas de la orden Maryknoll hace unos años en El Salvador.
- Provocar el colapso total de la economía a escala internacional y desatar un caos político absoluto.
- Tomar en sus manos la dirección de toda política exterior e interior en los Estados Unidos.
- Otorgar el máximo apoyo a instituciones supranacionales como la ONU, el FMI, el Banco Internacional de Pagos y el Tribunal Internacional de Justicia y, en la medida de lo posible, disminuir la eficacia de las instituciones nacionales eliminándolas gradualmente o sometiéndolas a la autoridad de las Naciones Unidas.
- Infiltrarse en todos los gobiernos y sembrar la subversión en ellos, corroyendo internamente la integridad de las naciones que estos representan.
- Organizar un aparato terrorista de alcance internacional y negociar con sus agentes cada vez que estos lleven a cabo sus violentas acciones.
- Tomar las riendas de la enseñanza en los EE. UU. con la finalidad de llevarla a la ruina más completa.
Muchos de estos objetivos, los cuales enumeré por primera
vez en 1969, se han alcanzado ya o están en avanzada vías de ejecución.
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