domingo, 11 de mayo de 2014

PERCIBIDURÍAS.

Beau Lotto, neurocientífico especializado en el estudio de la percepción argumenta que no tenemos acceso directo al mundo ‘real’, pues nuestra percepción ordinaria es siempre intermediada, es decir incluye un cierto margen de distorsión o adaptación, y para demostrarlo se remite al fenómeno de las ilusiones ópticas.

Los múltiples agentes que funcionan como intermediarios, desde factores climatológicos hasta predisposiciones psicológicas, se entremezclan ‘a la carta’, resultando que: “La combinación de estos elementos arroja infinitos algoritmos perceptivos ante lo cual resulta prácticamente imposible que algo se perciba de idéntica manera en dos personas. Y ante esto es que decidimos igualar esas diferencias hasta llegar a niveles estándares que justificarán aquello que, por convención, designemos colectivamente como ‘lo real’.”

Lotto, quien por cierto es profesor de neurociencia en la University College London, asegura que es matemáticamente imposible percibir el mundo como en realidad es:

El color no existe en el mundo. Nada tiene color, eso es obvio. Es imposible observar el mundo como es en realidad. Es una imposibilidad matemática. Este problema no es solo el problema de la vista a color, es el problema de la vista en sí, es el problema del cerebro. El problema de la incertidumbre.

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