Tratarnos como tontos es de lo más amable que esos diositos oscuros han hecho con nosotros. Reírse de nosotros y de nuestro sufrimiento les resulta altamente divertido y... nutritivo, pues ellos se alimentan energéticamente de nuestras emociones negativas. Somos alimento y divertimento al mismo tiempo, somos algo así como su huevo Kinder que los nutre y entretiene.
La voz de la verdad habla bajito. Blog.
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