El italiano Salvatore Garau, de 67 años de edad, vendió su obra llamada Io sono (Yo soy) a un comprador a través de la casa de subastas Art-Rite. En un principio la obra había sido tasada entre seis mil y nueve mil euros, pero en la puja los interesados subieron el precio a quince mil euros.
La obra que el comprador se llevó es invisible e inmaterial (aunque Garau discute esto, pues dice que su obra está hecha de "aire y espíritu"). Eso sí, obtuvo un certificado de autenticidad e instrucciones del artista de cómo instalar la obra. La pieza, explica Garau, debe ser instalada en una casa privada, en un espacio de 1.50 x 1.50 m.
Pijamasurf.
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