La Policía estudia la posibilidad de
instalar cámaras de vídeo en la uniformidad habitual de los
antidisturbios que participan en manifestaciones susceptibles de derivar
en enfrentamientos para grabar a sus agresores y también la propia
actuación de los agentes en este tipo de situaciones, según han
informado a Europa Press fuentes policiales.
Estas mismas fuentes indican que la
opción más viable sería incorporarlas a los cascos, un elemento de
protección al que recurren siempre los miembros de la Unidad de
Intervención Policial (UIP) en momentos de tensión o antes de proceder a
alguna intervención.
No obstante, se barajan otras opciones como
situarlas en las solapas del uniforme o en los vehículos policiales,
donde se establecería un dispositivo que grabase espacios más amplios y
que proporcionaría imágenes más nítidas y sin movimiento.
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