sábado, 28 de mayo de 2016
NOTA HISTÓRICA.
Quizás la Guerra Europea [Primera Guerra Mundial] es la página más gris del pensamiento militar. Cuando la teoría del ataque en masa se puso en práctica, fue detenido por las nuevas armas. La reacción no fue variar de táctica, sino acumular más filas de atacantes, con el único resultado de lograr más cantidad de muertos.
Pero la brutal realidad no hizo recapacitar. Se acumularon aún más hombres. Los mismos ingleses abandonaron su táctica tradicional para convertirse en una parte del ejército francés, y vinieron a Europa las tropas coloniales. La guerra se resolvió, al fin, con batallas de desgaste. Ambos bandos acumularon el máximo de hombres en una zona y los lanzaron unos contra otros. A última hora los aliados comprendieron que quien estuviera en defensiva haría una carnicería mayor. Los alemanes consumieron sus reservas lanzándolas contra las posiciones, desde las que se hacía un fuego a mansalva.
Al final, la guerra solo fue un matadero. Jamás la vida humana había valido menos. Nunca un soldado había contado tan poco.
Gabriel Cardona. Historia del Ejército.
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