miércoles, 7 de diciembre de 2016
GANADERÍA.
Si alguien hubiera diseñado un régimen laboral adecuado perfectamente para mantener el poder del capital financiero, es difícil imaginar cómo podrían haber hecho un trabajo mejor.
Los trabajadores reales y productivos son incansablemente presionados y explotados. El resto está dividido entre un estrato aterrorizado de los universalmente denigrados desempleados y un estrato mayor a quienes se les paga básicamente por no hacer nada, en puestos diseñados para hacerles identificarse con las perspectivas y sensibilidades de la clase dirigente (gestores, administradores, etc.) – y particularmente sus avatares financieros – pero, al mismo tiempo, fomentarles un resentimiento contra cualquiera cuyo trabajo tenga un claro e innegable valor social.
Obviamente, el sistema nunca ha sido diseñado conscientemente. Surgió de casi un siglo de prueba y error. Pero es la única explicación de por qué, a pesar de nuestra capacidad tecnológica, no estamos todos trabajando 3-4 horas al día.
David Graeber. Sobre el fenómeno de los trabajos de mierda.
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