Releyendo al psiquiatra, Dr. Jean-Marie Abgrall: "Tous manipulés, tous manipulateurs", éditions First 2003, encontramos las enumeraciones tradicionales concernientes a la técnica actual de manipulación de las sectas:
Hay que aislar a los individuos separándolos de sus lazos sociales y familiares;
hay que hacerlos totalmente dependientes, privándolos de sus medios de subsistencia habituales;
hay que propagar un discurso inequívoco que sea constantemente martillado en casa por los medios colaboradores de servicio;
hay que deshacerse y eliminar todo pensamiento divergente y todo lo divergente;
hay que presentar a los oponentes como personas perjudiciales que no comprenden ni sus propios intereses ni el interés del bien común superior.
Debemos hacer creer que el Estado Pontífice es infalible y que sólo quiere nuestro bien y que todos los adversarios son malvados.
Jean-Yves Jézéquel.
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