miércoles, 16 de noviembre de 2016

MITOS.


Hubo un tiempo en el que no había tiempo. Era el tiempo del inicio. Era como la madrugada. No era noche ni era día. Se estaba el tiempo así nomás, sin ir a ningún lado y sin venir de ninguna parte. No había luz pero tampoco había oscuridad. Era el tiempo en el que vivían los más grandes dioses, los que nacieron el mundo, los más primeros.

Aunque mucho hablaban estos dioses, poco sabían. Pero, a saber cómo o por qué, hubo un momento en que todos se quedaron callados al mismo tiempo.
Habló entonces uno de ellos y dijo, y se dijo, que era bueno que cuando uno hablara los otros no hablaran, y así el uno que hablaba podía escucharse y los otros que no hablaban podían escucharlo y que lo que había que hacer es hablar por turnos.
Los dioses estuvieron de acuerdo. Y dicen los más viejos de nuestros viejos que ese fue el primer acuerdo de la historia, el de no sólo hablar sino también escuchar.

Una antropóloga en la luna. Blog.


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