jueves, 12 de enero de 2012

JAGUAY.


Escuche hablar de un terapeuta en Hawaii quien curó un pabellón completo de pacientes criminales insanos sin siquiera ver a ninguno de ellos.

Escuché que el terapeuta había usado un proceso de sanación Hawaiano llamado “Ho’oponopono”. Nunca había oído hablar de ello, … Si la historia era totalmente cierta, yo tenía que saber más. Siempre había entendido que “total responsabilidad” significaba que yo soy responsable de lo que pienso y hago. Lo que esté más allá, está fuera de mis manos. Pienso que la mayor parte de la gente piensa igual sobre la responsabilidad. Somos responsables de lo que hacemos, no de lo que los otros hacen – pero eso está equivocado.

El terapeuta que sanó a esas personas mentalmente enfermas… es el Dr. Ihaleakala Hew Len. … Le pedí que me contara la historia total de su trabajo como terapeuta. Él explicó que había trabajado en el Hospital Estatal de Hawai durante cuatro años.

El Dr. Len me dijo que el nunca vio a los pacientes. Firmo un acuerdo de tener una oficina y revisar sus legajos. Mientras miraba esos legajos, el trabajaría sobre si mismo. Mientras el trabajaba sobre si mismo, los pacientes comenzaban a curarse.

Aquí es donde yo tuve que hacer la pregunta ..: “¿Qué estuvo haciendo usted con usted mismo que ocasionó que esas personas cambiaran?”

“Yo simplemente estaba sanando la parte de mi que los había creado a ellos”

.. dijo él. Yo no entendí. El Dr. Len explico que entendía que la total responsabilidad de tu vida implica a todo lo que está en tu vida, simplemente porque está en tu vida, y por ello es tu responsabilidad. En un sentido literal, todo el mundo es tu creación.

¡Uau! Esto es duro de tragar. Ser responsable por lo que yo hago o digo es una cosa. Ser responsable por lo que cualquiera que esté en mi vida hace o dice es otra muy distinta. Sin embargo la verdad es esta: si asumes completa responsabilidad por tu vida, entonces todo lo que ves, escuchas, saboreas, tocas o experimentas de cualquier forma es tu responsabilidad porque ésta en tu vida. Esto significa que la actividad terrorista, el presidente, la economía o cualquier cosa que experimentas y no te gusta, está allí para que la sanes.

Ello no existe, por decirlo así, excepto como proyecciones que salen de tu interior. El problema no está con ellos, está en ti, y para cambiarlo, debes cambiar tú.

Se que esto es difícil de captar, mucho menos de aceptar o de vivirlo realmente. Achacar a otro la culpa es mucho más fácil que asumir la total responsabilidad, pero mientras hablaba con el Dr. Len, comencé a comprender esa sanación de él y que el ho’oponopono significa amarte a ti mismo.

Si deseas mejorar tu vida, debes sanar tu vida. Si deseas curar a cualquiera, aún a un criminal mentalmente enfermo, lo haces curándote tu mismo.

Le pregunte al Dr. Len como se curaba a si mismo. Qué era lo que él hacía exactamente cuándo miraba los expedientes de esos pacientes.

“Yo simplemente permanecía diciendo ‘Lo siento’ y ‘Te amo’, una y otra vez” explicó él.

“¿Sólo eso?”

“Sólo eso.”

“Resulta que amarte a ti mismo es la mejor forma de mejorarte a ti mismo,

y mientras tú te mejoras a ti mismo, mejoras tu mundo”


Joe Vitale.


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