Un par de psicólogos de la Universidad de
Victoria, en Nueva Zelanda, aseguran que la sugestión es mucho más poderosa que
otro tipo de pensamientos, pues predispone al sujeto a una determinada acción
y, a la larga, termina modificando su comportamiento.
La investigación de estos psicólogos
va mucho más allá y tomando en cuenta situaciones como el efecto placebo o el
hecho de que algunas personas comiencen a curarse ya desde que ingieren una
medicina (sin que esta haya tenido tiempo aún de reaccionar en el cuerpo), se preguntan
dónde radica el elemento verdaderamente real de cada uno.
“Si un tratamiento real y una sugestión llevan a resultados similares, ¿cuál
es la diferencia entre ambos?”, dice Garry.
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