lunes, 16 de marzo de 2015

INFORMATIVOS.

Si por un momento nos detenemos a registrar cada uno de los cientos o miles de estímulos sensoriales que coexisten en un solo fragmento de realidad, nos daremos cuenta de que esta es lo suficientemente delirante por sí misma, y que nuestra percepción ha evolucionado para no aprehenderlo de esa manera.

De acuerdo con un estudio llevado a cabo por los investigadores David Whitney, de la Universidad de California en Berkeley, y Jason Fischer, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), nuestro cerebro cuenta con una especie de filtro que nos protege contra la locura y la alucinación. Se trata de un retraso de entre 10 y 15 segundos entre la recepción de los estímulos visuales del mundo (colores, formas, matices, diferencias de perspectiva, etc.) y la comprensión de los mismos.

“Lo que estás viendo en este momento presente no es una imagen instantánea del mundo sino un promedio de lo que has visto en los últimos 10 a 15 segundos”, dijo Jason Fischer, de MIT. “Esto es sorprendente, ya que muestra que nuestro cerebro sacrifica la precisión a favor de la continuidad y la estabilidad perceptual de los objetos”, agrega Whitney.

Esto significa que, en cierto modo, eso que llamamos realidad y que en esencia es una creación de nuestra percepción, es también una mezcla de pasado y presente, pues lo que vemos en cierto modo ya transcurrió, ya existió bajo una forma cuando lo consideramos aprehensible. 

Nuestro cerebro funciona como una computadora que sintetiza matemáticamente el flujo de la realidad para que pueda operar con cierta estabilidad. Al hacer esto, sin embargo, obliga a que no percibamos el mundo como tal, sino como una constante edición de las cosas.

De acuerdo con los científicos, de no contar con esta función nuestra manera de experimentar la realidad sería un tanto parecida a lo que sucede bajo los efectos de sustancias alucinógenas: cambios súbitos e imprevisibles de colores, juegos de sombras, explosiones de luz, flujos caóticos y otras consecuencias de la percepción liberada.



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La idea de que el tiempo podría cesar dentro de miles de millones de años y que todo se detendría ha sido propuesta por el profesor José Senovilla, Marc Mars y Raúl Vera de la Universidad del País Vasco, Bilbao, y la Universidad de Salamanca, España. El corolario de este final tan radical del tiempo no es más que una explicación alternativa a la "energía oscura", esa misteriosa fuerza antigravitatoria que se ha sugerido para explicar un fenómeno cósmico que desconcierta a los científicos.

Sin embargo, hasta el día de hoy nadie sabe lo que es la energía oscura, o de dónde viene. El profesor Senovilla, y sus colegas, han propuesto una alternativa alucinante. Proponen que no hay tal cosa como la energía oscura, en absoluto, y estamos viendo las cosas al revés.

Senovilla propone que estamos engañados con la idea de que la expansión del universo se está acelerando, cuando, en realidad, el tiempo se está ralentizando. 

A un nivel cotidiano, el cambio no sería perceptible. Sin embargo, resultaría evidente en un seguimiento, a una escala de medida cósmica, del desarrollo del universo durante miles de millones de años. El cambio sería infinitamente lento desde una perspectiva humana, pero desde la vasta perspectiva de la cosmología, podría fácilmente medirse con el estudio de la luz ancestral de los soles que brillan hace miles de millones de años atrás.

La propuesta del equipo, publicado en la revista Physical Review D, descarta la energía oscura como una ficción. En cambio, señala Senovilla, la aparición de la aceleración es causada por el tiempo mismo que se va ralentizando gradualmente, como un reloj con una batería deteriorada. 

"No decimos que la expansión del universo sea una ilusión", explica, "sino la aceleración de esa expansión".

Si el tiempo se va ralentizando gradualmente pero nosotros, ingenuamente, seguimos derivando las ecuaciones para obtener los cambios de la expansión respecto a ‘un flujo estándar del tiempo’, entonces los modelos simples que hemos construido en nuestro trabajo mostrarían una "velocidad efectiva de aceleración de la expansión".

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