Si tan solo pudieras quedarte quieto y dejaras de buscar ansiosamente a Dios, lo encontrarías en tu lugar.
U. G. Krishnamurti no está tratando de convertirte en una mejor persona. De hecho, dice que no necesitas cambiar nada y que nuestra tragedia es que estamos constantemente tratando de cambiarnos a nosotros mismos.
"Quien eres es completamente único, pero estás intentando modelarte a imagen otro, generalmente uno de los santos, sabios o salvadores de la humanidad".
La Calamidad.
De repente, hubo una explosión de tremenda energía sacudiendo todo el cuerpo, vibrando. Lo llamo la Calamidad, por decir algo. Duró horas. No podía soportarlo, pero no había nada que pudiera hacer para detenerlo. Había un desamparo total. Esto seguía y seguía, día tras día. Cada vez que me sentaba, empezaba, esta vibración como un ataque epiléptico o algo así. Más que un ataque epiléptico; continuó durante días.
Fue un proceso muy doloroso porque el cuerpo tiene limitaciones. Tiene su propia forma de manifestarse.
Lo que pasa realmente no lo sabes. No tienes manera de saber nada de eso. No hay ninguna imagen involucrada.
Así que cuando hay un estallido de energía que no es su energía o mi energía, sino de Dios (llámelo por cualquier nombre que te guste), es como un río que se desborda. La energía que está operando allí no siente las limitaciones del cuerpo. No está interesada en eso. Tiene su propio impulso. Es una cosa muy dolorosa. No es extático, dichoso y toda esa basura, cosas y tonterías. Es realmente una cosa dolorosa.
La conciencia es tan pura que todo lo que haces en la dirección de la purificación de esa conciencia está agregando impureza a ella. La conciencia tiene que purgarse de todo rastro de santidad, de todo rastro de impureza, de todo. Incluso lo que usted considera sagrado y santo es una contaminación en esa conciencia.
No hay proximidad a eso, no hay lejanía de eso, no hay cercanía a eso. Nadie está más cerca de eso porque sea diferente o esté más preparado. No hay condiciones para eso; sólo te golpea como una tonelada de ladrillos.
Parece que esto le ha pasado a algunas personas en el curso de la historia. Cada una de ellas ha dado expresión a esta singularidad a su manera, de acuerdo a sus condiciones particulares.
Cada una es una expresión del fondo. La naturaleza produce de vez en cuando alguna flor, pero este producto final de la evolución humana no puede ser utilizado por el proceso evolutivo como modelo para crear otro ser. Si sale una flor, no se puede repetir. No se puede preservar su perfume porque si se quiere preservar se estropea.
El proceso evolutivo no está interesado en usar lo que ha creado como modelo para otra creación adicional. Cada cosa es una creación particular.
El movimiento de pensamiento dentro es paralelo al movimiento de la vida, pero aislado de ella. El pensamiento nunca puede tocar la vida. Se aparta de la vida. Eso es algo muy poco natural.
El estado natural no es un estado libre de pensamientos. Ese es uno de los mayores engaños perpetrados durante miles de años.
Ser capaz de pensar es necesario para sobrevivir, pero en este estado el pensamiento no interfiere con la vida. Se mantiene en su ritmo natural.
Ya no paso tiempo en ensueño, preocupación, conceptualización y otros tipos de pensamiento que la mayoría de la gente tiene cuando están solos.
Mi mente sólo está comprometida cuando es necesario, por ejemplo cuando me haces preguntas o cuando tengo que arreglar un aparato o algo así. Mi memoria está en el fondo y sólo entra en juego cuando es necesario, automáticamente. Cuando no es necesario no hay ninguna mente aquí, no hay pensamiento; sólo hay vida.Una vez que se ha vuelto puro por sí mismo nada puede tocarlo, nada puede contaminarlo más. Todo el pasado está allí, pero ya no puede influir en sus acciones.
Todas las visiones y demás cambios seguían sucediendo hasta tres años después de la calamidad. Ahora todo está terminado. El estado dividido de conciencia ya no puede funcionar. Esto está siempre en el estado indiviso de la conciencia.
Nada puede tocar eso. Cualquier cosa puede suceder. El pensamiento puede ser un buen pensamiento, un mal pensamiento. No importa lo que llega: bueno, malo, santo, impío. Todo concepto está de más.
Es por eso que tengo que usar la frase experiencia religiosa, no en el sentido en que usas la palabra religión. Te devuelve a la Fuente. Está de vuelta en ese estado primitivo, primordial y puro de la conciencia. Llámalo conciencia o lo que quieras.
En ese estado, las cosas están sucediendo y no hay nadie que esté interesado, nadie que las esté mirando. Van y vienen a su manera.
Siempre estás en un estado natural. No se trata de entrar y salir de ella, siempre estás ahí. Es un estado de no saber, realmente no sabes lo que estás viendo.
No puedo hacer nada al respecto, todo está operando y funcionando de una manera autónoma.La conciencia de la que hablo es un estado en donde no hay división que diga que uno está dormido, que uno está despierto, que uno está soñando... No hay ninguna división. Ni siquiera sé si estoy vivo o muerto. Este es mi estado. No tengo forma de saberlo por mí mismo.
El médico puede venir y decir "quiero examinar su pulmón, su pulmón está perfectamente bien - hay latido del corazón, hay esto, aquello y lo otro - está vivo." Perfecto. Estoy encantado. Me han asegurado que soy un ser vivo.
De alguna manera, por alguna suerte, por alguna extraña casualidad, cuando este tipo de cosas suceden, todo está terminado. El fondo es lo único que puede expresarse. ¿Qué más hay ahí?. No hay manera de saberlo.
Puedo decir lo que me pasó a mí: cómo luché, como hice mi camino, cómo rechazaba los caminos de los demás. Hasta ese momento puedo decir lo que hice o lo que no hice y te aseguro que eso no me ayudó de ninguna manera.
Si la gente viene y me hace preguntas respondo. Si no lo hacen, no me importa. No me he puesto en el santo negocio de liberar a nadie. No tengo un mensaje en particular para la humanidad, excepto para decir que todos los sistemas sagrados para obtener la iluminación son muletas y que toda conversación de llegar a una mutación psicológica a través de la conciencia es una fantasía. La mutación psicológica es imposible. El estado natural sólo puede ocurrir a través de la mutación biológica.
Este estado es un estado de no saber. Realmente no sabes lo que estás viendo. Todo lo que hay dentro es maravilla. Es un estado de asombro porque simplemente no sé lo que estoy viendo. El conocimiento de ello, todo lo que he aprendido, se mantiene en segundo plano a menos que haya una demanda exterior, entonces se manifiesta. Cuando es necesario, viene rápidamente como una flecha y después estoy de vuelta en el estado de no saber, de maravilla.
La llamada auto-realización es el descubrimiento para ti mismo y por ti mismo que no hay un yo que descubrir, lo cual será muy chocante porque va a hacer estallar todos los nervios, todas las células, incluso las células del cerebro y la médula de tus huesos.
Lo que hace que una persona entre en su estado natural y no otra persona, no lo sé. Tal vez está escrito en las células. Es no causal. No es un acto de voluntad por tu parte. No puedes llevarla a cabo. No hay absolutamente nada que puedas hacer.
Toda esa búsqueda es como tratar de dar alcance a algo que no existe. Siempre empleo mi ejemplo favorito. Damos por sentado que existe un horizonte. Por eso si lo observas y dices que existe un horizonte, suena muy sencillo. Pero te olvidas de la limitación física, la limitación de que son tus ojos físicos los que determinan ese punto al que llamas horizonte. Si te acercas al horizonte, cuanto más rápido te acercas, incluso en un avión supersónico, más te alejas.
Aquello con lo que te das de bruces es tu limitación.
Es ridículo pedir una cosa que ya tienes. No hay nada que conseguir de nadie. Ya tienes lo que yo tengo. Lo que te digo es que tú ya estás ahí.
Le digo que usted no es un ser ordinario; usted es un ser extraordinario (Risas.) No hay nadie como tú. Eres 'el uno sin segundo " del se que habla en los Upanishads.
El ideal de la perfección que se ha colocado ante nosotros ha desviado todo el asunto hacia el camino equivocado. El ser perfecto no existe en absoluto.
Cuestionar mis acciones antes y después se ha acabado para mí. Las cuestiones morales acerca de las palabras o acciones ya no están presentes. No hay arrepentimiento, no hay disculpa. Lo que estoy haciendo es automático.
En una situación dada, no soy capaz de actuar de cualquier otro modo. No tengo que racionalizar o pensar lógicamente, nada. Esa es la única acción posible en esa situación particular. La próxima vez la acción será diferente porque estarán involucrados nuevos factores.
U.G.
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