domingo, 17 de julio de 2011

PROGRAMA.



UNO.- Según Gramsci, en lugar de intentar tomar el poder por la fuerza para posteriormente iniciar una revolución cultural desde arriba, en Occidente se imponía la estrategia contraria: se debía cambiar primero la cultura y a continuación el poder caería como fruta madura.

DOS.- Para llevar a cabo un lavado de cerebro es bien conocido que antes de crear la nueva personalidad del individuo hay que destruir primero todo lo que es y todo en lo que cree. La psicología de masas no es muy distinta, antes de inculcar en las masas nuevas creencias y valores uno debe tomarse la laboriosa tarea de destruir todo cuanto constituye una seña de identidad de dicha cultura, todas sus creencias y principios.


TRES.- En Occidente se ha puesto en marcha una tarea que comenzó con la toma de las instituciones en el mundo del arte, el cine, el teatro, la prensa, la televisión...
La estrategia se ha demostrado correcta, los ataques a los principios que sustentan la civilización occidental han sido llevado a cabo con éxito.

Pero esto no es suficiente, hay que conseguir que odiemos todo cuanto durante siglos hemos sido, que nos odiemos a nosotros mismos y a todo lo que representamos en el mundo.

Ibn Asad.



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