miércoles, 7 de diciembre de 2011

MÁS MADERA.

MIGUEL ÁNGEL CRIADO

La mayor masa boscosa de la Península no ha sufrido un incendio serio en los últimos cien años. Los habitantes de Tierra de Pinares (entre Burgos y Soria) sienten el bosque como algo suyo, y de hecho lo es, porque son tierras comunales. Esta implicación, además de ser el mejor extintor, ha convertido a los pinares a los pies de los Picos de Urbión en un bosque modélico que, ahora, quiere convertirse en Reserva de la Biosfera.

Son unas 100.000 hectáreas repartidas entre 35 municipios. Aunque las especies más abundantes son los pinos (silvestre, resinero...), también hay sabinas, hayas o robles. Desde siempre, los vecinos han tomado del bosque su fruto más valioso, la madera. Hoy la extracción es industrial, pero no por ello depredadora. La industria maderera presente en la zona ha de cumplir con un regulado sistema para que su actividad sea sostenible.

"Si los bosques se gestionan bien, no hay nada más ecológico que la madera", dice Sonia Martel, de la Asociación Monte Modelo Urbión (AMMU). Cada temporada se decide qué rodales cortar y el Ayuntamiento o comunidad de vecinos a la que pertenece esa zona organiza una subasta a la que concurren los empresarios madereros.

Esta y otras iniciativas sirvieron a estos pinares su catalogación como Bosque Modelo. Esta figura establece mecanismos para que todos los que viven en el bosque, junto a él o de él, puedan aprovechar sus frutos sin cuestionar su futuro. En el caso de la Asociación Monte Modelo Urbión, participan las distintas administraciones, las asociaciones de vecinos, organizaciones ecologistas, cajas de ahorros, industria y todo el que tenga un interés en el bosque.

No hay comentarios:

Publicar un comentario