También hay espontáneas y asombrosas observaciones de “globos plateados” y “objetos alargados” como “troncos ardiendo” que surcaban el cielo sobre los frondosos árboles.
Apenas comenzado el año 1915, cuatro pequeños pastorcitos se encontraban como todos los días, combinando trabajo y juego, cuándo de pronto, los niños observaron, en absoluto silencio y asombro, “un objeto alargado” y transparente, que flotaba en el cielo, y en su interior se veía nítidamente a una “especie de mujer con una ropa que tapaba su cabeza, como si no la tuviera”.
-Meses después en la misma región, un grupo de campesinos, declaraba haber visto una “nube transparente que paso sobre sus cabezas, con una brillante figura humanoide dentro, en una postura fija, inmóvil.” |
-En otra oportunidad, un grupo de pastores observo maravillado, “una estela blanquecina que volaba sobre ellos lentamente y sobre la misma iba, como conduciéndola, un “Ser” de pequeño tamaño de características humanoides.”
Carolina Carreira, hija de María Carreira, quien fue responsable de la construcción de la capilla de Cova de Iría,experimento sorpresivos encuentros con una “entidad parecida a un niño de 10 años”, que no movía los labios al comunicarse con ella y que parecía contenido dentro de un “haz de luz”, que surgía de una brillante nube que permanecía fija en el cielo.
En 1916,en la visitada “Cueva Loca do Cabeco” múltiples aldeanos afirmaban toparse con un radiante “Ángel de Blanco”. En el mismo año, los mismos pastorcitos, Lucia, Francisco y Jacinta, testigos de las polémicas y famosas apariciones, decían tener encuentros con un resplandeciente “Ser” de blanco, que ante el temor y la sorpresa de los pequeños, siempre les transmitía (telepáticamente?), dos clásicas palabras: “No teman”.
Tales sucesos anómalos dejaban con “la boca abierta” a humildes testigos, en su mayoría campesinos y pastores, que en su rutina diaria no tenían tiempo ni estaban influenciados para imaginar semejantes hechos anómalos y menos aun para detenerse a encontrar una explicación a la impunidad con la que estos “fenómenos” quebraban las leyes de la Física.
Unos meses antes de la Aparición en Fátima, la niña Lucía,mientras jugaba con otras niñas en la granja, vió una extraña mujer luminosa flotando en el aire, que no parecía tener cabeza, ni tampoco manos....
Dos días antes del fenómeno de Fátima, la sociedad de contactistas y espiritistas de Portugal publicó un anuncio en el Jornal de noticias de Porto en el que se advierte de que el próximo día 13 de mayo tendría lugar un gran acontecimiento que impresionaría a toda la gente.
Y efectivamente, el 13 de mayo de 1917, tres pastorcillos, Jacinta, de 6 años, Lucía, de 10 años, y Francisco, de 9 años, mientras están en el campo, en Aljustrel, una aldea de Fátima, experimentan un Encuentro Cercano en la 3ª Fase, esto es, un contacto con una entidad de procedencia desconocida.
En medio de una luz se les aparece un ser pequeño, que tenía una cabeza que, o bien era pelada, o estaba metida dentro de un casco brillante.
El ser estaba enfundado en un traje ajustado, y sostenía en su mano una extraña bola luminosa que desprendía mucha luz; hablaba con voz de mujer humana, con un sonido de alta calidad, aunque la boca del ser solo era una raya que ni siquiera se movía.
"El “Ser” poseía rasgos femeninos, grandes ojos negros , irradiaba mucha luz, tenía como mucho, un metro de altura, de cabeza redonda y con un casco brillante, y vestía un traje blanco y dorado que le llegaba hasta las rodillas seguidas de unas botitas y este traje tenia costuras a lo largo y ancho como si estuviera acolchado, y del mismo material parecía ser la capa que portaba sobre sus hombros y cubría su espalda. Entre sus manos llevaba una esfera transparente que irradiaba una fuerte luminosidad ,pero que no lastimaba a los ojos.El ser se acerco hasta ellos ,flotando sobre el suelo, levitando, sin modificar su postura , y se comunico -(solo con uno de los niños)- , sin mover los labios, ni emitir sonido alguno" .
Esta descripción narrada por los pastorcitos es la que se conserva aun hoy, en el archivo del Santuario de Fátima, junto con dibujos a la que la Dra. D`armada tuvo acceso.
Luego la pacifica entidad ascendió por la rampa luminosa que parecía retrotraerse hasta la alargada nube que aguardaba fija en el cielo, y los niños corrieron con excitación a sus casas a contar lo que habían vivido, pero sus familiares los reprendieron fuertemente porque temían que lo acontecido llegara a las autoridades, que no querían saber nada con respecto a cuestiones supuestamente “religiosas” y de “milagros”.
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