jueves, 19 de diciembre de 2019

INFORMATIVOS.


Richard Davidson y Bárbara Friedrickson entre otros, han encontrado que las prácticas meditativas crean e incrementan los circuitos neuronales que conectan diferentes áreas del cerebro entre sí.
Bárbara Friedrickson ha encontrado que estos circuitos neuronales se incrementan cuando se lleva a cabo una práctica denominada “meta” o gran compasión, la cual consiste en entrenar a la mente a desear sistemáticamente aliviar el sufrimiento de los demás.

 Se ha demostrado que la práctica de la compasión es la que más modifica nuestra actividad cerebral, creando circuitos neuronales que nos predisponen a la positividad y al amor compasivo. Es como si al meditar cambiáramos nuestro software de tal
forma que la positividad y el amor compasivo pasaran a formar parte de nuestro hardware, a ser nuestro piloto automático.
Yo considero que éste es uno de los hallazgos más revolucionarios que tuvimos en el laboratorio de Jacobo Grinberg y creo que en aquella época no logramos darnos cuenta de su importancia y
trascendencia. Es el tiempo el que ha dado relevancia a estos resultados.

Amira Valle.


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